"Dar es dar y no explicarle a nadie,
no hay nadie que explicar.
Hoy los tiempos van a mil
y tu extraño corazón ya no capta como
antes las pulsiones del amor.
Yo te digo que dar es dar,
dar y amar".
Fito Páez, Dar es Dar
El Padre Emilio, un Santo de aquellos, nos decía a menudo que cuestionar a los que hacen algo por los que menos tienen es la manera en que los egoistas esconden su propia mezquindad.
Les sirve de disculpa íntima y los exime de dar una mano. Por eso insistía: -"Ustedes den. Siempre. Sin medida. Lo que el otro haga con lo que le dieron es su responsabilidad y de ello tendrá que dar cuentas. A ustedes se les preguntará qué tan generosos han sido".
Por eso los suspicacias del diario Perfil de este domingo respecto del manejo de fondos de la Fundación Alas me tiene sin cuidado. Tengo por cierto que cada donante de millones de dólares no los tiene por idiota y será lo suficientemente hábil para ser el contralor del resto, quién mejor que ellos para fiscalizar el destino de sus morlacos.
Y si, a pesar de ello, quienes manejan las ganancias, en su deshonestidad (de la que finalmente tendrán también que rendir cuentas aquí y allá) se quedan con un vuelto, todo lo que se aplique para sanear la pobreza infantil será útil.
La nada siempre será peor. Por eso."Mirá nene, hacelo fácil dar es dar.
Dar lo que tengo todo me da
da, da, da, da, da, da, da, da,
no cuento el vuelto, siempre es de más
da, da, da, da, da, da, da, da,
dar es dar,
es solamente una manera de andar.
Dar es dar, lo que recibes
es también libertad".
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