Impulsos

El domingo amaneció nublado. Los únicos meteoros que vimos fueron los festejos de Banfield extendidos hasta cualquier hora de la madrugada multiplicados en bocinazos y gritos desde los autos portando banderas en verde y blanco, algunos naranjas perdidos. Sumados a los meteoros que efectivamente caían sobre ellos en forma de piedras de algunos hinchas de Lanús

Pero el sábado no. Había un sol espléndido cuando salí de casa con la idea de terminar los últimos preparativos para el Baile de Gala de Andy. Temprano en la mañana peluquería y algunas compras de último momento para el evento de la noche.

Cerca del mediodía me pasó algo insólito. Caminaba por La Imprenta y un aroma a jazmines me hizo voltear la cabeza. Diez preciosas flores blancas en cada ramo exhalaban un penetrante perfume. Me detengo y busco con la mirada. Desde la esquina veo venir al florista corriendo hacia mi. Ni bien llega, cuando voy a preguntar por el precio, se adelanta otro hombre que le extiende un billete, toma el ramo y me lo da.

¿Se acuerdan de la propaganda de Impulse? Bueno, tal cual. De hecho sí tenía puesto Impulse violeta, pero no creo que haya sido por eso. Nunca antes me había pasado, fue todo un regalo en un día especial. En honor a Hugo que siguió su impulso, los invito a compartir la propaganda que en ese momento me vino a la memoria. Y que empezaba con esa musiquita tan característica...

Luego descubrí que versiones similares existen en diferentes idiomas a lo largo del mundo. pero por original y porque no se puede esperar menos de los tanos les dejo esta que me pareció de las mejores. Aún cuando en esta no haya flores, precisamente.

Algunos impulsos valen la pena.
Otros, como los del domingo, son totalmente innecesarios.