Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

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Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

sábado, septiembre 21, 2019

El WhatsApp Blue o paralelo

El locutor afirmó (sin ponerse colorado) en su programa pop de radio que, por cada grupo de WhatsApp en el que estábamos, había por lo menos otro grupo “blue“ (como el dólar) del que podíamos formar parte o estar excluídos. ¿Será?

jueves, septiembre 19, 2019

Hablemos de Gandhi Platón

Gandhi Platón es nuestro Sagrado de Birmania Red point. Bondadoso como pocos, cree ver imágenes de cosas que no son, de allí su nombre.

Él a nosotros nos llama “huchis“,  dice que lo hará hasta que a los humanos se les pase esa extraña costumbre de decirle “michi, michi“ a los gatos anónimos.

En los últimos tiempos lo noto muy politizado. Tiene esas cosas raras... Y lo peor es que las comparte en twitter.

Porque encima le gusta el pajarito azul.

martes, septiembre 17, 2019

Perder (se/es) encontrar

Si es verdad aquello que dice que algunas personas necesitan perderse para encontrarse, sin duda pertenezco a esta clase de personas.

lunes, septiembre 16, 2019

El tiempo es voraz (Sí, veloz también)


El Tiempo es un monstruo insaciable que devora por igual a distraídos, imprudentes y viciosos. 

No lo hace por hambre, nobleza que desconoce, lo suyo es venganza traicionera y despiadada. Al no poder apropiarse de nada ni nadie, en su vano esfuerzo por poseer, traga todo lo que se le pone delante, fagocita hasta el infinito a los hijos de los hijos, por los siglos de los siglos.

Puede estirarse hasta las estrellas, a quienes tampoco perdona, abrir los brazos sin límites hacia el este y el oeste, al tiempo que se yergue voraz de sur a norte de la existencia misma. Intimo amigo de cualquier Quimera, confundido por los seres vivos con huracanes, tifones, terremotos, y tsunamis, se vale de ellos para destruir, acomodar o confundir la existencia misma.

Los optimistas me aclaran que el tiempo no existe, que es una leyenda urbana o alguna criatura sobrenatural de los libros míticos de la historia humana. 

Pero yo puedo probar que fue él quien se apropíó (indebidamente) de mi Blog, con consecuencias abandónicas evidentes.

Intentaré solucionar el problema,pero aclaro que lo haré con la convicción absoluta que nada de lo que haga podrá detener la influencia del ávido exterminador.

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