Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

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Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

viernes, junio 29, 2012

JAB, Let It be

SE FUE UN GRANDE. 
MUCHA TRISTEZA...

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9 Comments:

Blogger Ligia said...

Es una pena la marcha de los grandes. Muchas gracias por tus comentarios y opiniones en mi blog. Abrazos

4:53 a.m.  
Blogger Myriam said...

Que descanse en la Luz.

Abrazos

5:34 a.m.  
Blogger MentesSueltas said...

Abril comparto el dolor... nos seguirá desde el cielo, junto al Flaco Spinetta.

Te abrazo, emocionado.
MentesSueltas

8:00 a.m.  
Blogger MentesSueltas said...

Abril comparto el dolor... nos seguirá desde el cielo, junto al Flaco Spinetta.

Te abrazo, emocionado.
MentesSueltas

8:00 a.m.  
Blogger MentesSueltas said...

Abril comparto el dolor... nos seguirá desde el cielo, junto al Flaco Spinetta.

Te abrazo, emocionado.
MentesSueltas

8:02 a.m.  
Blogger Unknown said...

Cuanta pena querida Avril, con él se va un poco de nosotros sin dudas.

Le dejo algo que escribió una compañera:

SILENCIO

Todas las palabras que se están diciendo no alcanzan para llenar el silencio, que me lleva a mi adolescencia, enancado en algún acorde. El tipo me tenía todas las mañanas enganchada a la radio, con su música, su buena onda, su cordialidad. Corría la década del ochenta, y mientras buscaba las medias azules y calentaba la camiseta sobre la estufa de querosene, alguien me sonreía desde el flamante Crown que mi viejo había comprado con esfuerzo.

Eran los primeros tiempos de la radio en frecuencia modulada (o de modulación de frecuencia, para hablar con exactitud) y el tipo decía Piedra Libre por la FM Rivadavia, toda la mañana, todas las mañanas, y al mediodía se despachaba con la historia del Rock Nacional, una maravilla que arrancó con Sandro y los de Fuego hasta llegar a los exponentes de la época. Todos, todos los músicos y grupos de rock que hoy me apasionan los conocí gracias a Badía. Las veces que llegué tarde al colegio por terminar de escuchar el programa, son incontables. Si mi vieja llega a leer esto alguna vez, va a enterarse de por qué me quedaba libre todos los años de mi secundaria.

Eran mis años de rebeldía inocente, de pelear con mi viejo, tanguero y folklorero hasta la médula que pensaba que el rock era ruido, salvo aquel rock de los 50 que era otra cosa, decía. Capaz que ayudó la Negra Sosa cuando empezó a cantar temas de León o de Piero, pero sin dudas colaboró grandemente Badía para que mi viejo abriera un poco el bocho en ese sentido, cuando pasaba música excelente que yo grababa y despues le hacía escuchar, enfundada en mis pantalones desteñidos y el suéter marrón tan grande que le causaba cierta vergüenza.

Eran años de formación, también. Una se va haciendo también con lo que escucha. Y algunas voces que lo acompañaban me marcaron al momento de empezar a usar mi propia voz de otra manera: María Esther Sánchez -a quien después tuve el privilegio de tener como profesora en el ISER-, María Muñoz, Luis Fuxan, Graciela Mancuso... Badía me enseñaba a hacer radio. No era sólo la calidez de su voz, sino también su buen decir, su respeto por el idioma, su cadencia, la transmisión exacta de emociones, de sentires, de pensamientos, lo que debe tener un comunicador. Su generosidad, ese repartir sin mezquindad alguna, repartir los sonidos. Ese dar el espacio para que los nuevos fueran hallando su cauce y fueran conocidos por el gran público. En la radio y en la tele. Toda la tarde de sábado nos pasábamos mirando Badía & Cía. Creo que no me equivoco si digo que allí fue que ví y escuché por primera vez a un Juan Carlos Baglietto de pelo largo y gorra, con una Silvina Garré morocha y ruluda cantando Era en abril y De regreso, Mirta.

Supongo que a estas horas el tipo debe estar conduciendo flor de parranda allá arriba...

Sonidos e imágenes que poblaron mi adolescencia. Hoy se fue un pedazo de ella. Por hoy, aún lleno de palabras, sólo queda el silencio.

Le dejo un abrazo grande querida Avril.

...mi vieja radio Spica también lo va a extrañar

4:13 p.m.  
Blogger Alejandra Sotelo Faderland said...

Se nos van los grandes, che! Nos van dejando solos, en su lugar quedan un monton de mensos haciendo despelotes y ellos con su grandeza nos dejan un vacio.
Menos mal que mas abajo hay material para reirse de lo lindo, como para contrarestar, seguramente de leerlo desde donde este, se reira de lo lindo con lo tuyo. Por cierto, tengo un temita que me gustaria que entre las dos, nos escribieramos algo comico onda stand up para vos. Juro que es verdad, esta bueno y es algo que nadie penso antes.

10:25 a.m.  
Blogger Alejandra Sotelo Faderland said...

Y el tema es que yo no soy guionista!!! se me escapo el comentario anterior. besos. alyx

10:25 a.m.  
Blogger fgiucich said...

Un tipazo!!! Abrazos.

5:21 p.m.  

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