Infidelidad ¿Se puede pronosticar?
Seguimos con los temas relacionados con San Valentín. Porque finalmente los que el domingo no celebren tampoco tienen que preocuparse por este tema. :-)
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La infidelidad es un tema recurrente de dolor y preocupación por parte de quienes la sufren, además de ser la causante de cantidad de rupturas de parejas que se quieren. Ocurre con mayor frecuencia de lo que se dice y cree, aún cuando las últimas encuentas del país del norte ponen de manifiesto que el 95% de los consultados piensan que está mal.
A los americanos tan amantes de cifras y estadísticas les da que el 22/25 % de los hombres y el 11/15 % de las mujeres admiten tener relaciones sexuales extramatrimoniales, y si se incluyen la infidelidad emocional, las cifras crecen. Algunos reputados estudios han estimado que más del 40% de todos los matrimonios tienen alguna forma de infidelidad.
La pregunta del millón es: Para quienes creen en la lealtad matrimonial que se ajusta al principio de la unicidad en el amor (y el sexo, se entiende),
Parece que si. ¡Lástima no haberlo sabido antes! Algunos investigadores en relaciones amorosas han hecho un gran trabajo analizando el tipo de persona que es más proclive a la conducta infiel.
Según estos trabajos las raíces de la infidelidad son muy profundas y preexistentes a cualquier relación concreta. Lo que significa que cierto tipos de personas son más vulnerables a engañar, independientemente de su sexo, aún cuando sea el hombre quien tiene las defensas mas bajas en este sentido. Especialmente si se siente impotente en otros ámbitos de su vida.
Anote bien y no salga sin su listita a menos que este tema no sea de los que a usted le quiten el sueño. Los más propensos a la infidelidad son:
1.- • Los que anhelan la emoción constante (adrenalina, adrenalina y más adrenalina por favor! Aunque puedan perderlo todo! Hasta la propia vida...) que la necesitan como si fuera una droga.
2.- • Aquellos que tienen una historia de divorcio confusa en relación a este tema, abuso sexual o problemas psicológicos tales como depresión o trastorno bipolar (últimamente se curra mucho con esto de la bipolaridad para andar saltando de cama en cama... ni hablar de la adicción a enamorarse!!!)
3.- • Aquellos que no son religiosos ni poseen barreras éticas al respecto. (Quienes adhieren en forma activa a algún culto religioso suelen tener menos actitudes permisivas hacia asuntos extramatrimoniales, según las investigaciones)
4.- • Aquellos cónyuges que llevan adelante una relación conflictiva, poca cordialidad o cercanía con su pareja y tienden a descuidar o dar por sentado los aspectos sexuales de sus relaciones.
5.- • Aquellos cónyuges poco respetuosos de los deseos y necesidades del otro en cualquier ámbito de su desarrollo personal, los despectivos con su pareja o las actividades que a esta le gustan o la hacen feliz.
¿Dónde está el punto de no retorno?
Es muy común que los infieles transiten una pendiente resbaladiza antes de ser totalmente conscientes de todo lo que su conducta está atrayendo. El tramposo suele negarse a sí mismo -como justificativo personal y para luego creer que "simplemente sucedió- los riesgos de una relación floreciente pensando cosas como "Es sólo el almuerzo, que no es gran cosa", "Qué problema hay si le doy un pequeño regalo", o " Sí lo besé en la fiesta de fin de año del trabajo pero habíamos bebido de más, no significa nada."
Esos mismos razonamientos le sirven para desmerecer la preocupación del cónyuge no infiel que siente que "algo está mal" mucho antes de que el engaño se produzca. Que queda como quien busca pelea sin sentido, agrega problemas que no existen en el matrimonio, exagera las cosas o ve fantasmas donde no los hay. Y sin saberlo el cónyuge que elude por miedo enfrentar el tema puede estar allanando el camino del cónyuge infiel.
La ira silenciosa de quien se siente engañado, la evasión del problema con frases que lo desestiman, sólo agravan las cosas porque influyen en forma directa en la intimidad de la pareja que es justamente lo que está siendo amenazada. Y añade una nueva justificación para el tramposo que busca intimidad y comprensión en otro sitio. Muchas de las evidencias científicas al respecto revelan que los infieles dicen haberlo sido porque "la otra persona los buscó", o porque estaban tristes, estresados, desvalorizados o... bebidos. :-)
La realidad es que aquellos que se sienten vulnerables o abatidos sobre el estado del matrimonio y recurren a la infidelidad como forma de solucionar el problema que dicen tener en su matrimonio, en vez de buscar solucionarlo dentro de él... son poco serios.
Las aventuras que encaran los infieles pueden durar horas, semanas, meses o muchos años. Algunas incluso devienen en hijos que aparecen muchos años después. Pero en la mayoría de los casos no patológicos de personas que no la van con una doble vida se informa que el promedio es de unos seis meses. Con excepción de quienes entablan verdaderos sentimientos hacia la pareja extramarital que tienen más probabilidades de continuar la relación.
Irónicamente, los estafadores suelen manifestarse algo atormentados por la culpa más que por el asunto en sí mismo. Y otro detalle: todavía quieren que su matrimonio tenga éxito. Entonces, ¿Por qué siguen haciendo trampas? No hay un buen trabajo científico que despeje estas dudas. A veces tiene que ver con los sentimientos genuinos que el amante tiene hacia el tramposo, con que sienten que esa relación extramarital los completa, o con un sentimiento de autoestima.
La verdadera historia detrás de la infidelidad no es tan simple. Todos sabemos que la infidelidad está mal. Rompe las promesas hechas en el matrimonio y puede causar daños irreparables en la relación. Muchas veces marca el punto de ruptura de un matrimonio que podría haber sido salvado. Lastima a esposos, hijos y sus respectivos familiares.
La investigación ha demostrado que no hay una razón por la cual los cónyuges engañen a sus esposas/os. Algunas personas lo hacen porque se sienten poderosos y piensan que pueden engañar y no quedar atrapados. Otros porque no reciben el amor, la intimidad o la atención de sus cónyuges. Y los hay quienes simplemente coquetean con situaciones al límite en momentos equivocados.
No faltan los que buscan variedad sexual, emociones nuevas, los que no tuvieron modelos de relaciones estables, los que tienen una adicción sexual, los que lo hacen por venganza de otras cosas que no funcionan en la relación, o los que directamente quieren salir d euna relación y no saben cómo comunicarlo.
Yo agrego que están los que tienen una insatisfacción de base y nunca se sienten lo suficientemente queridos, estimados y apreciados, necesitando constantemente una reafirmación en ese sentido, algo que arrastran desde la niñez y que tiene que ver con carencias (o ausencias) afectivas no satisfechas directamente por la madre o el padre, según el caso.
La infidelidad en este caso pareciera ayudarles a construir su autoestima pues se sienten deseables, al tiempo que mantienen en constante estado de preocupación y celos a su pareja estable, hecho que interpretan como una reafirmación del amor que sienten por ellos. Esto es de lo que yo mas conozco, lamentablemente.
Dicen que hay cosas que uno puede hacer para que este sea un asunto menos probable en su matrimonio. Aunque desde ya le advierto que si ha tenido la desgracia de casarse con un mujeriego no hay nada que puede hacer. Su "juego" se despliega con usted y con cualquier otra.
Pero suponiendo que esté viviendo un matrimonio donde ambos se encuentran igualmente comprometidos, poniendo la energía en el crecimiento de la pareja y de cada uno dentro de ese vínculo, mantenerse conectados emocionalmente y cultivar el diálogo fecundo es importante para que no entre la trampa.
Priorizar el matrimonio por encima de otras relaciones, mantener con personas del sexo opuesto relaciones que puedan siempre encuadrarse dentro del marco objetivo de la amistad. Enfrentar sin miedo cualquier situación que usted sienta que cambia la relación entre ustedes antes de que se produzca una grieta imposible de superar, es otro de los consejos para evitar infidelidades.
Y si tiene un problema con este tema... recuerde que la lujuria es una fuerza poderosa que impulsa a hacer cosas que más tarde se lamentan y que no desaparece simplemente porque alguien esté involucrado en una relación afectiva estable.
Si usted está luchando en su matrimonio, mantengase alejado de situaciones en las que puede tener la tentación, especialmente cuando usted está deprimido, vulnerables o en estado de embriaguez o se sienta más débil de lo normal. No tema confrontar una situación en la que usted sienta que su pareja está siendo tentado por otro. Deje bien claro que no aprueba ese asunto.
Y si todo falla, obtener ayuda profesional.
Aunque no siempre ayuda. Se lo digo yo que pasé por tres terapias de parejas que nada pudieron con un hombre para quien ese es justamente su tema y lo será siempre. Ahí el único camino que le queda es la resignación, mirar para otro lado o elegir su no pasar la vida con alguien que no lo valora lo suficiente como para ser transparente con usted. Y entender que no es con usted la cosa, sino con ellos mismos.
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***El contenido del presente artículo está basado en un research sobre relaciones extramatrimoniales hecho por Allen, Atkins, Baucom, Snyder, Gordon, and Glass publicado en la Revista de Psicología Clinica: Ciencia y Práctica, vol. 12 del 2005, pag. 100-130. / ***Parte del ReviEw en ESTE LINK.
Y una larga bibliografía que puede echar mas luz al asunto:
***Cochran, JK, & Beeghley, L. (1991). Cochran, JK, & Beeghley, L. (1991). La influencia de la religión en las actitudes hacia la sexualidad extramatrimonial- Journal for the Scientific Study of Religion, 30, 45–62. Diario para el Estudio Científico de la Religión, 30, 45-62.
***Kraaykamp, G. (2002). Kraaykamp, G. (2002). Las tendencias y la permisividad sexual. s: Tres décadas de cambio de actitud en los Países Bajos 1965-1995. Diario del Matrimonio y la Familia, 64, 225-239. http://www.jstor.org/pss/3599790 http://www.jstor.org/pss/3599790
***Scheepers, P., Te Grotenhuis, M., & Van Der Slik, F. (2002). Scheepers, P., Te Grotenhuis, M., & Van Der Slik, F. (2002). La educación, la religiosidad y las actitudes morales. Sociology of Religion, 63, 157–177.
***Smith, TW (1994). Smith, TW (1994). Actitudes hacia la permisividad sexual: tendencias,comportamientos y las conexiones. In AS Rossi (Ed.), La sexualidad a través de la vida. (pp. 63–97). En COMO Rossi (Ed.) University of Chicago Press. Chicago
***Amato, PR, & Rogers, SJ (1997). Un estudio longitudinal de los problemas matrimoniales y posterior divorcio. Journal of Marriage and the Family, 59, 612–62.
***Atkins, DC, Baucom, DH, & Jacobson, NS (2001). Atkins, DC, Baucom, DH, & Jacobson, NS (2001). Entendiendo la infidelidad: correlatos en una muestra aleatoria nacional. Journal of Family Psychology, 15, 735–749.
***Buunk, B. (1980). Buunk, B. (1980). Relaciones sexuales extramatrimoniales en los Países Bajos. Estilos de vida alternativos, 3, 11-39.
***Choi, K., Catania, JA, & Dolcini, MM (1994). Relaciones sexuales extramatrimoniales y el comportamiento de riesgo del VIH entre los adultos EE.UU.: Resultados de la encuesta nacional sobre el SIDA de comportamiento. American Journal of Public Health, 84, 2003–2007.
***Hunt, M. (1976). Hunt, M. (1976). Comportamiento sexual en la década de 1970. New York: Dell.
***Janus, SS, & Janus, CL (1993). Jano, SS, y Jano, CL (1993). Janus el informe sobre el comportamiento sexual. New York: Wiley.
***Kinsey, AC, Pomeroy, WB, Martin, CE, & Gebhard, PH (1953). Kinsey, AC, Pomeroy, WB, Martin, CE, & Gebhard, PH (1953). Comportamiento sexual en los humanos de sexo femenino. Philadelphia: WB Saunders.
***Lawson, A., & Samson, C. (1988). Lawson, A., & Samson, C. (1988). La edad, el género y el adulterio. British Journal of Sociology, 39, 409–440.
***Blumstein, P., & Schwartz, P. (1983). American couples. Nueva York: William y Morrow.
***Spanier, GB, & Margolis, RL (1983). Spanier, GB, & Margolis, RL (1983). Separación matrimonial y el comportamiento sexual extramarital. The Journal of Sex Research, 19, 23–48.
***Napier, AY, & Whitaker, C. (2002). The Family Crucible: The Intense Experience of Family Therapy. New York: Harper Collins. Nueva York: Harper Collins.
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La infidelidad es un tema recurrente de dolor y preocupación por parte de quienes la sufren, además de ser la causante de cantidad de rupturas de parejas que se quieren. Ocurre con mayor frecuencia de lo que se dice y cree, aún cuando las últimas encuentas del país del norte ponen de manifiesto que el 95% de los consultados piensan que está mal.
A los americanos tan amantes de cifras y estadísticas les da que el 22/25 % de los hombres y el 11/15 % de las mujeres admiten tener relaciones sexuales extramatrimoniales, y si se incluyen la infidelidad emocional, las cifras crecen. Algunos reputados estudios han estimado que más del 40% de todos los matrimonios tienen alguna forma de infidelidad.
La pregunta del millón es: Para quienes creen en la lealtad matrimonial que se ajusta al principio de la unicidad en el amor (y el sexo, se entiende),
¿Hay una manera posible de pronosticar al infiel?
¿Hay quienes son mas vulnerables a la infidelidad?
¿Hay quienes son mas vulnerables a la infidelidad?
Parece que si. ¡Lástima no haberlo sabido antes! Algunos investigadores en relaciones amorosas han hecho un gran trabajo analizando el tipo de persona que es más proclive a la conducta infiel.
Según estos trabajos las raíces de la infidelidad son muy profundas y preexistentes a cualquier relación concreta. Lo que significa que cierto tipos de personas son más vulnerables a engañar, independientemente de su sexo, aún cuando sea el hombre quien tiene las defensas mas bajas en este sentido. Especialmente si se siente impotente en otros ámbitos de su vida.
Anote bien y no salga sin su listita a menos que este tema no sea de los que a usted le quiten el sueño. Los más propensos a la infidelidad son:
1.- • Los que anhelan la emoción constante (adrenalina, adrenalina y más adrenalina por favor! Aunque puedan perderlo todo! Hasta la propia vida...) que la necesitan como si fuera una droga.
2.- • Aquellos que tienen una historia de divorcio confusa en relación a este tema, abuso sexual o problemas psicológicos tales como depresión o trastorno bipolar (últimamente se curra mucho con esto de la bipolaridad para andar saltando de cama en cama... ni hablar de la adicción a enamorarse!!!)
3.- • Aquellos que no son religiosos ni poseen barreras éticas al respecto. (Quienes adhieren en forma activa a algún culto religioso suelen tener menos actitudes permisivas hacia asuntos extramatrimoniales, según las investigaciones)
4.- • Aquellos cónyuges que llevan adelante una relación conflictiva, poca cordialidad o cercanía con su pareja y tienden a descuidar o dar por sentado los aspectos sexuales de sus relaciones.
5.- • Aquellos cónyuges poco respetuosos de los deseos y necesidades del otro en cualquier ámbito de su desarrollo personal, los despectivos con su pareja o las actividades que a esta le gustan o la hacen feliz.
¿Dónde está el punto de no retorno?
Es muy común que los infieles transiten una pendiente resbaladiza antes de ser totalmente conscientes de todo lo que su conducta está atrayendo. El tramposo suele negarse a sí mismo -como justificativo personal y para luego creer que "simplemente sucedió- los riesgos de una relación floreciente pensando cosas como "Es sólo el almuerzo, que no es gran cosa", "Qué problema hay si le doy un pequeño regalo", o " Sí lo besé en la fiesta de fin de año del trabajo pero habíamos bebido de más, no significa nada."
Esos mismos razonamientos le sirven para desmerecer la preocupación del cónyuge no infiel que siente que "algo está mal" mucho antes de que el engaño se produzca. Que queda como quien busca pelea sin sentido, agrega problemas que no existen en el matrimonio, exagera las cosas o ve fantasmas donde no los hay. Y sin saberlo el cónyuge que elude por miedo enfrentar el tema puede estar allanando el camino del cónyuge infiel.
La ira silenciosa de quien se siente engañado, la evasión del problema con frases que lo desestiman, sólo agravan las cosas porque influyen en forma directa en la intimidad de la pareja que es justamente lo que está siendo amenazada. Y añade una nueva justificación para el tramposo que busca intimidad y comprensión en otro sitio. Muchas de las evidencias científicas al respecto revelan que los infieles dicen haberlo sido porque "la otra persona los buscó", o porque estaban tristes, estresados, desvalorizados o... bebidos. :-)
La realidad es que aquellos que se sienten vulnerables o abatidos sobre el estado del matrimonio y recurren a la infidelidad como forma de solucionar el problema que dicen tener en su matrimonio, en vez de buscar solucionarlo dentro de él... son poco serios.
Las aventuras que encaran los infieles pueden durar horas, semanas, meses o muchos años. Algunas incluso devienen en hijos que aparecen muchos años después. Pero en la mayoría de los casos no patológicos de personas que no la van con una doble vida se informa que el promedio es de unos seis meses. Con excepción de quienes entablan verdaderos sentimientos hacia la pareja extramarital que tienen más probabilidades de continuar la relación.
Irónicamente, los estafadores suelen manifestarse algo atormentados por la culpa más que por el asunto en sí mismo. Y otro detalle: todavía quieren que su matrimonio tenga éxito. Entonces, ¿Por qué siguen haciendo trampas? No hay un buen trabajo científico que despeje estas dudas. A veces tiene que ver con los sentimientos genuinos que el amante tiene hacia el tramposo, con que sienten que esa relación extramarital los completa, o con un sentimiento de autoestima.
La verdadera historia detrás de la infidelidad no es tan simple. Todos sabemos que la infidelidad está mal. Rompe las promesas hechas en el matrimonio y puede causar daños irreparables en la relación. Muchas veces marca el punto de ruptura de un matrimonio que podría haber sido salvado. Lastima a esposos, hijos y sus respectivos familiares.
La investigación ha demostrado que no hay una razón por la cual los cónyuges engañen a sus esposas/os. Algunas personas lo hacen porque se sienten poderosos y piensan que pueden engañar y no quedar atrapados. Otros porque no reciben el amor, la intimidad o la atención de sus cónyuges. Y los hay quienes simplemente coquetean con situaciones al límite en momentos equivocados.
No faltan los que buscan variedad sexual, emociones nuevas, los que no tuvieron modelos de relaciones estables, los que tienen una adicción sexual, los que lo hacen por venganza de otras cosas que no funcionan en la relación, o los que directamente quieren salir d euna relación y no saben cómo comunicarlo.
Yo agrego que están los que tienen una insatisfacción de base y nunca se sienten lo suficientemente queridos, estimados y apreciados, necesitando constantemente una reafirmación en ese sentido, algo que arrastran desde la niñez y que tiene que ver con carencias (o ausencias) afectivas no satisfechas directamente por la madre o el padre, según el caso.
La infidelidad en este caso pareciera ayudarles a construir su autoestima pues se sienten deseables, al tiempo que mantienen en constante estado de preocupación y celos a su pareja estable, hecho que interpretan como una reafirmación del amor que sienten por ellos. Esto es de lo que yo mas conozco, lamentablemente.
Dicen que hay cosas que uno puede hacer para que este sea un asunto menos probable en su matrimonio. Aunque desde ya le advierto que si ha tenido la desgracia de casarse con un mujeriego no hay nada que puede hacer. Su "juego" se despliega con usted y con cualquier otra.
Pero suponiendo que esté viviendo un matrimonio donde ambos se encuentran igualmente comprometidos, poniendo la energía en el crecimiento de la pareja y de cada uno dentro de ese vínculo, mantenerse conectados emocionalmente y cultivar el diálogo fecundo es importante para que no entre la trampa.
Priorizar el matrimonio por encima de otras relaciones, mantener con personas del sexo opuesto relaciones que puedan siempre encuadrarse dentro del marco objetivo de la amistad. Enfrentar sin miedo cualquier situación que usted sienta que cambia la relación entre ustedes antes de que se produzca una grieta imposible de superar, es otro de los consejos para evitar infidelidades.
Y si tiene un problema con este tema... recuerde que la lujuria es una fuerza poderosa que impulsa a hacer cosas que más tarde se lamentan y que no desaparece simplemente porque alguien esté involucrado en una relación afectiva estable.
Si usted está luchando en su matrimonio, mantengase alejado de situaciones en las que puede tener la tentación, especialmente cuando usted está deprimido, vulnerables o en estado de embriaguez o se sienta más débil de lo normal. No tema confrontar una situación en la que usted sienta que su pareja está siendo tentado por otro. Deje bien claro que no aprueba ese asunto.
Y si todo falla, obtener ayuda profesional.
Aunque no siempre ayuda. Se lo digo yo que pasé por tres terapias de parejas que nada pudieron con un hombre para quien ese es justamente su tema y lo será siempre. Ahí el único camino que le queda es la resignación, mirar para otro lado o elegir su no pasar la vida con alguien que no lo valora lo suficiente como para ser transparente con usted. Y entender que no es con usted la cosa, sino con ellos mismos.
************************************************
***El contenido del presente artículo está basado en un research sobre relaciones extramatrimoniales hecho por Allen, Atkins, Baucom, Snyder, Gordon, and Glass publicado en la Revista de Psicología Clinica: Ciencia y Práctica, vol. 12 del 2005, pag. 100-130. / ***Parte del ReviEw en ESTE LINK.
Y una larga bibliografía que puede echar mas luz al asunto:
***Cochran, JK, & Beeghley, L. (1991). Cochran, JK, & Beeghley, L. (1991). La influencia de la religión en las actitudes hacia la sexualidad extramatrimonial- Journal for the Scientific Study of Religion, 30, 45–62. Diario para el Estudio Científico de la Religión, 30, 45-62.
***Kraaykamp, G. (2002). Kraaykamp, G. (2002). Las tendencias y la permisividad sexual. s: Tres décadas de cambio de actitud en los Países Bajos 1965-1995. Diario del Matrimonio y la Familia, 64, 225-239. http://www.jstor.org/pss/3599790 http://www.jstor.org/pss/3599790
***Scheepers, P., Te Grotenhuis, M., & Van Der Slik, F. (2002). Scheepers, P., Te Grotenhuis, M., & Van Der Slik, F. (2002). La educación, la religiosidad y las actitudes morales. Sociology of Religion, 63, 157–177.
***Smith, TW (1994). Smith, TW (1994). Actitudes hacia la permisividad sexual: tendencias,comportamientos y las conexiones. In AS Rossi (Ed.), La sexualidad a través de la vida. (pp. 63–97). En COMO Rossi (Ed.) University of Chicago Press. Chicago
***Amato, PR, & Rogers, SJ (1997). Un estudio longitudinal de los problemas matrimoniales y posterior divorcio. Journal of Marriage and the Family, 59, 612–62.
***Atkins, DC, Baucom, DH, & Jacobson, NS (2001). Atkins, DC, Baucom, DH, & Jacobson, NS (2001). Entendiendo la infidelidad: correlatos en una muestra aleatoria nacional. Journal of Family Psychology, 15, 735–749.
***Buunk, B. (1980). Buunk, B. (1980). Relaciones sexuales extramatrimoniales en los Países Bajos. Estilos de vida alternativos, 3, 11-39.
***Choi, K., Catania, JA, & Dolcini, MM (1994). Relaciones sexuales extramatrimoniales y el comportamiento de riesgo del VIH entre los adultos EE.UU.: Resultados de la encuesta nacional sobre el SIDA de comportamiento. American Journal of Public Health, 84, 2003–2007.
***Hunt, M. (1976). Hunt, M. (1976). Comportamiento sexual en la década de 1970. New York: Dell.
***Janus, SS, & Janus, CL (1993). Jano, SS, y Jano, CL (1993). Janus el informe sobre el comportamiento sexual. New York: Wiley.
***Kinsey, AC, Pomeroy, WB, Martin, CE, & Gebhard, PH (1953). Kinsey, AC, Pomeroy, WB, Martin, CE, & Gebhard, PH (1953). Comportamiento sexual en los humanos de sexo femenino. Philadelphia: WB Saunders.
***Lawson, A., & Samson, C. (1988). Lawson, A., & Samson, C. (1988). La edad, el género y el adulterio. British Journal of Sociology, 39, 409–440.
***Blumstein, P., & Schwartz, P. (1983). American couples. Nueva York: William y Morrow.
***Spanier, GB, & Margolis, RL (1983). Spanier, GB, & Margolis, RL (1983). Separación matrimonial y el comportamiento sexual extramarital. The Journal of Sex Research, 19, 23–48.
***Napier, AY, & Whitaker, C. (2002). The Family Crucible: The Intense Experience of Family Therapy. New York: Harper Collins. Nueva York: Harper Collins.
Etiquetas: amor, casamiento, engaño, infidelidad, matrimonio, mentira, mentiroso, relaciones
5 Comments:
Etiquetas: amor, casamiento, engaño, infidelidad, matrimonio, mentira, mentiroso, relaciones
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Temas complexos e muito pertinentes.
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Que a felicidade ande por aí.
Manuel
Un gran informe bien detallado
Ahora solo queda abrir bien los ojos y ver que ocurre a nuestro alrededor
Magnifco. los chistes me han heco reir mucho, sobre todo el de navegar....
La verdad es que depende mucho de las circunstancias tambien, yo te juro que soy mas propensa a clavarle con (muchas) ganas un cuchillo que vengarme metiendome en cama ajena o buscando un paliativo a una pesima relacion en un telo. Y con la depresion que buen libreto se han inventado porque de lo que menos tiene ganas un deprimido es de eso, ni siquiera para el onanismo....
Se aceptan donativos de cartuchos de dinamita, coches bomba y demas dispositivos para regalarle al susodicho.... me olvidaba
More haste, less speed.
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