El señor del anillo
Comienza la semana previa al Día de los enamorados. Como vamos a ser bombardeados por mensajes de todo tipo y tenor alusivo al 14 de febrero, yo no quiero ser menos. Tampoco deseo enrolarme en las filas de quienes, enarbolando una resentida ausencia de pareja con quien pasar este día, niegan su existencia o importancia.
Ya sabemos que "todos los días es el día de la madre, el padre, el hijo, los enamorados...". También que es un "invento comercial". Ni hablar de la historia del obispo que favoreció a la parejita enamorada. Lo que no sé es si oyeron hablar... del Señor del anillo.
Aleki Taumoepeau perdió su alianza mientras hacía una inspección en el puerto neozelandés de Wellington. Allí comprobaba para una organización ecologista la presencia de plantas invasoras en el mar. Al darse cuenta de la pérdida, señaló la zona donde había estado buceando con un ancla.
Su mujer, con la que apenas llevaba tres meses casado, le restó importancia y le propuso comprar un nuevo anillo. Sin embargo, él inició la búsqueda de la joya. Le pidió prestado a unos amigos el equipo de buceo y armado con un GPS comenzó a rastrear la zona.
Pero unos errores de coordenadas hicieron que buscara en el sitio equivocado durante un año. Hay que ver que el tal Aleki era persistente, además de un poquito "agarrado". Con algo patológico de obsesivo compulsivo y, desde luego, un hombre enamorado. De su anillo principalmente.
Porque fíjense qué increíble: después de esta primera búsqueda infructuosa volvió un año después, con nuevas coordenadas, con su mujer y su hijo como testigos. Pensar que cuando lo perdió ni hijo tenía... La mujer a esta altura le decía: -Te creo Aleki, te juro que te creo...
Pero el tipo no dormía bien de noche pensando en el destino de la alianza, en el costo de una nueva, en el maleficio que podría recaer sobre su matrimonio, en fin... mucha tele Aleki-. Tras una hora de búsqueda, y cuando ya estaba perdiendo las esperanzas, localizó primero el ancla y después el anillo.
Sí. No se puede creer. Pensar que hay tipos que se la sacan voluntariamente para ir de joda por ahí fingiendo soltería. Innecesariamente en los tiempos que corren, donde a muchas mujeres el accidente de que sea casado o no las tiene sin preocupación.
Lo cierto es que este muchacho ha dejado de ser Aleki para convertirse en "El señor del anillo".
Ya sabemos que "todos los días es el día de la madre, el padre, el hijo, los enamorados...". También que es un "invento comercial". Ni hablar de la historia del obispo que favoreció a la parejita enamorada. Lo que no sé es si oyeron hablar... del Señor del anillo.
Aleki Taumoepeau perdió su alianza mientras hacía una inspección en el puerto neozelandés de Wellington. Allí comprobaba para una organización ecologista la presencia de plantas invasoras en el mar. Al darse cuenta de la pérdida, señaló la zona donde había estado buceando con un ancla.
Su mujer, con la que apenas llevaba tres meses casado, le restó importancia y le propuso comprar un nuevo anillo. Sin embargo, él inició la búsqueda de la joya. Le pidió prestado a unos amigos el equipo de buceo y armado con un GPS comenzó a rastrear la zona.
Pero unos errores de coordenadas hicieron que buscara en el sitio equivocado durante un año. Hay que ver que el tal Aleki era persistente, además de un poquito "agarrado". Con algo patológico de obsesivo compulsivo y, desde luego, un hombre enamorado. De su anillo principalmente.
Porque fíjense qué increíble: después de esta primera búsqueda infructuosa volvió un año después, con nuevas coordenadas, con su mujer y su hijo como testigos. Pensar que cuando lo perdió ni hijo tenía... La mujer a esta altura le decía: -Te creo Aleki, te juro que te creo...
Pero el tipo no dormía bien de noche pensando en el destino de la alianza, en el costo de una nueva, en el maleficio que podría recaer sobre su matrimonio, en fin... mucha tele Aleki-. Tras una hora de búsqueda, y cuando ya estaba perdiendo las esperanzas, localizó primero el ancla y después el anillo.
Sí. No se puede creer. Pensar que hay tipos que se la sacan voluntariamente para ir de joda por ahí fingiendo soltería. Innecesariamente en los tiempos que corren, donde a muchas mujeres el accidente de que sea casado o no las tiene sin preocupación.
Lo cierto es que este muchacho ha dejado de ser Aleki para convertirse en "El señor del anillo".
Etiquetas: amor, casamiento, compromiso, enamorar, insólitas
6 Comments:
Deseo que pases un feliz día del amor y la amistad, querida Abril. Yo ando un poco Grumpy para ese rollo del amor (o mas bien ando con un mascullado corazón. Cuidate mucho. Un abrazote.
Para mi que no era por romanticismo sino por tacañerismo...además, fijate que durante todo ese tiempo anduvo sin anillo, me parece que es más pícaro que ninguno.
Recuerdo que mi ex llegó una noche sin alianza, curiosamente, los habían asaltado en la clínica...¿Podés creer que los delincuentes sólo se llevaron su alianza y la de otro médico?.
La cosa es que no se compraba otra (por falta de tiempo), no le dije nada, pero a la semana de yo quitarme mi anillo y guardarlo, él encontró tiempo para comprar la suya.¡Chiquilindas!
El obsesivo señor del anillo puede festejar tranquilo San Valentín.
Abril, a tu pregunta, la flor dura sólo una noche, a la madrugada ya se está cerrando de nuevo y no vuelve a abrir.
Gracias por esa flor para Celia.
Besos!
Seguro que la perdió queriendo...
Besos.
Para mí es una bonita historia y quiero creer que lo hizo porque de verdad le apetecía tener el anillo. Abrazos
Al tanto de tus historias lindas y reflexivas. No sé porque nos perdemos tanto de momento, pero que no te quede duda, que no me olvido de ti.
Gracias nuevamente.
Y para variar, ayer me enteré que Caetano regresa a México. Ya te imaginarás como ando. En shock.
Besotes.
PD. También sentí feo la partida de Eloy. Me gusta su escritura.
Hola abril,tanto tiempo y no es por no pasar, porque siempre lo hago, pero me cuesta horrible entrar a tu blog. Ahora lo dejé quieto hasta que se cargo solo.
Preciosa histori muy acorde a la fecha del 14. Bsss.
Publicar un comentario
<< Home