Sentir, vibrar, conectar

Desde que tengo la PC pequeñita elijo. Alguna noche me voy a la cama con un libro y a la siguiente con algunas publicaciones de la red, que leo desde "Chiquita" como si fuese, justamente, un libro.

Anoche lo último que leí fue el post "Emociones" en la página de Patricia Sosa, las lágrimas se caían como ríos de mi cara, estaba sensible. Y me dió paz. Vibramos en frecuencias similares. Sentí que sus palabras reivindicaban aquello de lo que muchos escapan de la formas mas curiosas. Hay gente que tiene terror de sentir... aún más de expresar lo que sienten...

Hay días, como le sucedió ayer a Patricia, en que simplemente estamos con la sensibilidad a flor de piel y todo nos emociona, se nos cuela en el alma, cae dentro con una profundidad trascendente. Nos dan ganas de llorar. Quienes nos atrevemos a sumergirnos en nuestras emociones no hacemos un permenente análisis psicológico de cada una. Simplemente sentimos, lloramos, y dejamos ir... O reimos, nos descostillamos y también... dejamos ir...

Yo doy gracias cuando eso sucede. Le doy gracias a Dios por aquel día en que puso en mi camino la forma de volver a conectar con mi sensibilidad adormecida por el dolor de la traición. Anestesia necesaria en momento de mi vida para llevar adelante una familia que de todos modos no prosperó porque finalmente la mentira agota.
Estar en contacto con la emoción tiene la ventaja del camino del autoconocimiento y el agregado invaluable de la empatía con el ser del otro. Las personas se comunican desde un lugar diferente al "qué terrible cómo llueve, no?", y no hay detalle de lo que vamos experimentando que no sea trascendente.

Como la anécdota que Pato cuenta del cuadro, la mujer que al verla emocionarse frente a él se lo regaló diciéndole que lo había pintado con su música en el alma (guau! qué inmenso que a uno le digan eso!), las personas en contacto experimentan situaciones similares en el día a día.

Se te acerca gente deseosa de abrir el alma frente a quien sabe la va a abrazar con respeto y amor... eso en sí mismo es un regalo cotidiano. Que además nos permite estar más atento a nuestras propias necesidades y la de los otros qu nos rodean. Acercándonos la maravilla de la compasión. Para un artista es mucho más que un matiz en su composición.
Será que los seres se comunican de alma a alma, y perciben a quienes pueden vibrar de esa manera mágica, tan tremendamente humana que se convierte en divina. Como ojos sabios penetrando lo profundo.

Cuando volví a sentir todo mi mundo se transformó. Hay una felicidad tan profunda e intensa en esta forma de vivir que te la deseo con toda mi alma en esta maravillosa mañana de domingo en que la lluvia, una vez más, nos invita a soñar, a dejarnos ir, cerrar los ojos y... disfrutar.

Gracias Patricia por tu regalo anoche, tuve sueños significantes que al despertar me acercaron las respuestas que estaba buscando. Finalmente SOMOS UN TODO.