Gato Vengativo
¿Vieron cuando ustedes tienen esa taza amada, inspiradora, alegre, que además de servir para tomar café es un objeto preciado? Esa taza que tiene la medida justa, se acomoda perfectamente en la boca, no es ni muy grande ni muy chica, y los colores te ayudan a despertarte... esa taza... ya no existe más...
Este gato, que ahora para disimular se hace el dormido, una mañana que me fui apurada y dejé mi tacita sobre la mesa de la cocina, de puro virginiano vengativo, porque "lo abandoné" un ratito, me la estrelló contra el suelo. No estaba al borde, de lo que deduzco que su trabajo fue con premeditación y alevosía. Y aunque ahora ante la acusación pública y formal se haga el sorprendido... él sabe perfectamente lo que hizo, porque está conmigo desde que hago el café hasta que me voy, porque me conoce y fundamentalmente porque no es ningún delincuente improvisado. Por todo ello, YO LO DECLARO...
¡CULPABLE!
No se vos...
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