Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

Mi foto
Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

viernes, junio 05, 2015

El auténtico Shrek


¿Se te ocurrió pensar alguna vez que el personaje Shrek, el ogro verde del pantano que tanto se parece a mi papá, el de la película animada dirigida por Andrew Adamson y Vicky Jenson, basada en el libro infantil ilustrado "Shrek!", de William Steig, podría existir de verdad? Físicamente quiero decir, con esos rasgos tan particulares que terminaron causándonos tanta ternura...

Existió ciertamente. Se llamaba Maurice Tillet, era el auténtico Shrek y había nacido en Francia en 1910. Tenía una enfermedad conocida como acromegalia, que se caracteriza por la producción en exceso de hormona del crecimiento llevando a una desproporción en las extremidades y la cabeza. 

Esta enfermedad ocasiona deformidades físicas y una apariencia grotesca, además de causar una muerte prematura y una vida de dolores físicos, al derivar en artritis, migrañas, hipertensión, diabetes y problemas cardíacos así como renales. 

La historia de maurice no fue tan feliz como la de nuestro tierno ogro. Repudiado por sus contemporáneos y objeto de burlas Tillet tuvo que abandonar su hogar natal y buscar una nueva vida en Estados Unidos donde consiguió establecerse como luchador profesional donde se volvió muy popular.

Era un hombre muy inteligente que disfrutaba mucho jugando al ajedrez y llegó a hablar 14 idiomas. Tillet murió de una afección cardiaca en 1955, a los 51 años de edad. 

DreamWorks nunca lo reconoció oficialmente, pero es sabido en la industria que cuando fue aceptado el cuento de William Steig como base del argumento, solo faltaba darle forma al ogro. Este debía ser “como un hombre común y corriente, solo que desproporcionado, de mirada cálida y sonrisa amigable”. 

DreamWorks encontraría estás características en un hombre llamado Maurice Tillet. Ahora lo sabemos. Vos y yo. 

Etiquetas: , , , , , , ,