Apostillas

La noche del estreno es mezcla de sensaciones, sentimientos, expectativas, temores, ilusiones...

Los estrenos son momentos mágicos, párticos, de exposición total y rotunda, en la que la presencia de seres queridos se agradece de una forma particular porque son apoyo y ternura.

Esta vez no hay fotos ni video porque aunque llevé todo con las baterías cargadas nos olvidamos de prenderlo o sacarlas, no sé las chicas, pero me parece que tampoco.

La postergación del sábado pasado nos tenía nerviosas. Pero salió todo muy bien, nos divertimos, nos enredamos, nos hicimos líos detrás de escena con los cambios veloces de vestuario (yo casi salgo a medio vestir si no fuera que Danni puso a último momento dos espejos y pude verme con el vestido a medias) y ya muy tarde me reía sola de algunas cosas que habían sucedido detrás de escena y frente al público.

Gracias a todos los que nos acompañaron y nos brindaron su apoyo de todas las formas posibles para que esto fuera una realidad:

Las autoras cediéndonos sus textos y permitiéndonos que los usáramos parcialmente (eran mas extensos),

Los directores Carlos Guedes y christian Barbieri que nos dedicaron un tiempo que no tenían, que nos alentaron, nos aconsejaron, que son brillantes además de excelentes personas, tiernos, dedicados, ¿qué mas puedo decir Maribelita? Talentosos, glamorosos, ¡únicos!

A nuestra coreógrafa, Sol Joscowicz, que nos tuvo paciencia, a mi especialmente que ni ayer hice la coreografía en forma excelente aunque "mucho mejor". Sol puso mucho más que su tiempo. Actualmente se repone de una mala caída que el miércoles le dejó los dos brazos enyesados. Aún así anoche estuvo aplaudiendo, con los pies, desde luego.

Gracias a una cantante excelente que es amiga y vino corriendo cuando le pedimos ayuda. Carina Liñeira nos brindó su maravillosa voz, (ella es "Vodoo Jazz"), estuvo con nosotras grabando los temas musicales junto a Joseph Chaparro, el músico de este proyecto. La energía conjunta de ambos fue un plus que le dió color y ritmo al espectáculo.

A los chicos y chicas de The Cavern que son unos genios totales, con toda la onda, a Hernán que confió en nuestra propuesta, el lugar es precioso vale la pena conocerlo.

Gracias enorrrmmmeeesss a Matías Canony (bombón!!) que una vez más hizo la puesta de luces y es muyyyy tiernooo. A Dani que siempre deja algo suyo en los sitios en los que actuamos: en el Bauen arregló los vidrios rotos por los que se filtraba el viento, la lluvia y el frío. Y en The Cavern, anoche, un ratito antes de salir a escena puso los espejos para que podamos cambiarnos a tiempo en ese pasillito.

A mis tres alegres tigres que no saben ya cómo hacerme entender que ellos aman lo que yo amo, y que quieren que lo haga, entonces alivian mis tareas, desde lo más simple (ordenan la casa, cocinan, limpian su cuarto) hasta lo mas complejo (me acompañan al teatro, cargan bultos, cortan pistas de audio y envían mails de prensa).

A la gente de Conejo Negro: Quique Pereyra y Roxana, que además de venir trajeron unas flores preciosas que puse a los pies de la Máter, como corresponde.

A la gente de mi grupo de "Aprendiendo...": Selva, Mimí y su esposo, al resto los espero en los sábados que vienen: Mariel, Laurita y Sol se me ponen las pilas pequeñas...

A mis hermanos Gabi y Daro, que se encargaron de que llegaran las flores que mi tigre Tomás les había encargados, rosas blancas, gracias.

A mi profe de teatro en ausencia de Joy Morris, César Sambataro, a Claudia y su compañera, mil gracias.

A Max gracias por animarte a dejar de ser virtual para aparecerte en carne y hueso, y compartir conmigo este momento (además de la cerveza posterior). Y por ayudarme a llevar el vestuario, los micrófonos, y la valija con el maquillaje hasta el auto porque no me alcanzaban las manos.

Y a todos los seres que sobrevuelan nuestros proyectos alentándonos, y dándonos una mano, quienes se ponen felices cuando nos ven nuevamente poniendo algo en escena.

A mis Be@tit@s las espero todas juntas cuando vuelvan de vacaciones, al resto de mis hermanos, amigos, padres, y amantes lo mismo.

¡¡Gracias!! Anoche fui inmensamente feliz.

Hoy me desperté inundada por un inmenso amor, como no sentía en las últimas semanas. Imposible describirles la sensación con la que me levanté esta mañana.

Tanto, que corrí a contarle a mi abuela, a quien por los ensayos y las actividades no veo desde Navidad. Ella como tiene 94 años y se cansa enseguida no puede venir a verla. Entonces le conté partecita por partecita, haciéndole un pedacito de cada uno de los personajes que interpreto. Y las dos festejamos con un budín de vainilla que ella misma preparó para mí para la ocasión.

Por eso. A todos: GRACIAS!!