Premio Mayor

Viernes 1 de Diciembre, cierre de fin de curso y entrega de premios de mis hijos mayores. Una ceremonia por la mañana y otra por la tarde. El mayor premio fue analizar juntos cómo pudieron superar las notas bajas del primer trimestre y terminar el último con un nivel de excelencia que habla, no tanto de sus capacidades intelectuales, como de la fuerza de voluntad y la garra que le pusieron.

El comienzo del año fue espantoso para nosotros a nivel personal y material. Pero ayer, a lo largo de las dos ceremonias realmente emotivas, fui haciendo un balance y sentí una inmensa felicidad por todo lo aprendido en estos meses. Más tarde, en un momento en el que festejamos juntos con un almuerzo compartido, charlamos sobre todo esto, vislumbrando qué quería enseñarnos la vida con algunas situaciones y hasta con la existencia de determinadas personas en nuestras vidas.

Fue un momento mágico dentro de un día especial, muy profundo en muchos aspectos. Siento mucha gratitud. Mis hijos llegaron a mi vida cuando yo era muy joven, siempre sentí que eran seres especiales dentro de mi historia y cada día me sorprende cuánto tengo que aprender de ellos. Ayer esto sucedió una vez más. Me siento feliz de crecer a la par de mis tigrecitos, no importa cuántas veces me equivoque en el trayecto. Tenerlos tan cerca de mi alma me fortalece.

Yo tenía una sorpresa para ellos observando las las ganas que le ponían. Las compré desde hace más de un mes, ni bien salieron a la venta (la fecha dice 8 de noviembre), y me mordí los labios para no decirles nada. Ayer ni bien me dieron el boletín que coronaba los esfuerzos progresivos del año, más los premios escolares que supieron obtener por sus propios méritos, yo pude entregarles mi propio premio para ellos:

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Las pruebas nos enfrentan con nuestras propias limitaciones y capacidades, son un desafío para poder crecer o estancarnos en algún aspecto, nos conectan con la realidad y nos ayudan a discernir qué papel ocupan los seres que nos rodean en nuestra vida.

Y aunque en el momento de transitarlas protestamos y estamos constantemente al borde de declararnos vencidos, el poder atravesarlas entendiendo su significado, nos vincula con una fuerza interior tan potente que privilegia todo lo trascendente que hay en nosotros.

Es cuando entendemos lo poderosos que somos.