El tiempo es voraz (Sí, veloz también)

El Tiempo es un monstruo insaciable que devora por igual a distraídos, imprudentes y viciosos. 

No lo hace por hambre, nobleza que desconoce, lo suyo es venganza traicionera y despiadada. Al no poder apropiarse de nada ni nadie, en su vano esfuerzo por poseer, traga todo lo que se le pone delante, fagocita hasta el infinito a los hijos de los hijos, por los siglos de los siglos.

Puede estirarse hasta las estrellas, a quienes tampoco perdona, abrir los brazos sin límites hacia el este y el oeste, al tiempo que se yergue voraz de sur a norte de la existencia misma. Intimo amigo de cualquier Quimera, confundido por los seres vivos con huracanes, tifones, terremotos, y tsunamis, se vale de ellos para destruir, acomodar o confundir la existencia misma.

Los optimistas me aclaran que el tiempo no existe, que es una leyenda urbana o alguna criatura sobrenatural de los libros míticos de la historia humana. 

Pero yo puedo probar que fue él quien se apropíó (indebidamente) de mi Blog, con consecuencias abandónicas evidentes.

Intentaré solucionar el problema,pero aclaro que lo haré con la convicción absoluta que nada de lo que haga podrá detener la influencia del ávido exterminador.