“INVICTUS”
El preso 466/64 de Robben Island mantuvo viva su esperanza gracias a su enorme fortaleza de espíritu y la visión que lo sostenía de un mundo en armonía con iguales posibilidades para todos. Pero también fue inspirado por Willian Ernest Henley y su poema Invictus, que comparto.
“INVICTUS”
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley (1849-1903)
Este poema da título a la película Invictus,
en la que aparece Nelson Mandela.
"No acostumbro a usar las palabras a la ligera. Si 27 años en prisión nos
han enseñado algo, ha sido llegar a entender, desde el silencio de la
soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el
lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y
muere".
1 Comments:
me encanto este post, cariños
Publicar un comentario
<< Home