Madre devaluada

Iba con Marcos en el auto hablando cuánto lo cuidan y miman sus hermanos mayores. Yo le decía que él tenía mucha suerte y que no siempre los hermanos eran tan compañeros entre sí. Luego de un silencio pensativo me dice:

MARCOS: Es mucho mejor tener dos hermanos buenos y que te falte un padre o una madre... o que sean malos... a tener dos padres buenos pero dos hermanos malos. Porque por ejemplo... si a mi me estuvieran patoteando en el cole... yo lo llamaría a Andy.

MAMÁ: ¿Cómo? ¿No me llamarías a mi? ¿Quién te va a defender mejor que yo?

MARCOS: NOOOO!!! ¡Justamente! Y... porque vos venís y les dirías a los que me patotean: "-Ayyy, mi Marquitos, no lo molesten pobrecito!". Y ahí me humillarías enfrente de ellos. Después me molestarían el doble cuando vos no estuvieras diciéndome: "Ayyyy mami, mami, ¿dónde está tu mami? ¿A ver????"

MAMÁ: Y Andrés que haría?

MARCOS: (haciéndo toda la gestualidad de sacar pecho y pararse derecho) Los miraría fijo y muy tranquilo les diría: -"Nunca más se metan con él" -Y ahí seguro que no me molestan nunca más... ¡Es que obvio! Una cosa es un hermano... ¡¡¡Y otra cosa es una mamá!!!!
Eso me hizo acordar una vez que el año pasado Marcos volvió con un golpe en la frente del colegio. Nos dimos cuenta cuando nos sentamos a cenar y él apareció con su pijamita todo bañado, el pelito mojado y la frente despejada...

Yo casi me muero. Cuando preguntamos nos contó que un chico mas grande lo había trompeado. Yo empecé con el clásico "No hay que pegarse, las cosas se resuelven hablando...". No pude terminar.

Entre mis hijos y un amigo mío que estaba cenando con nosotros me hicieron callar. Los tres, como si se hubieran puesto de acuerdo comenzaron a darle consejos sobre cómo defenderse y lograr que nadie le pegara más. Parecía que tanto mis hijos mayores como mi amigo habían pasado por alguna situación similar. Coincidían en lo que había que hacer. Evidentemente existe un lenguaje masculino que algunas mamás desconocemos...
Más allá de lo anecdótico, el tema de la violencia escolar o bullying (maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otros) no termina de erradicarse no importa cuánto esfuerzo ponga la institución educativa.

¿Será porque los chicos reflejan la sociedad en la que se mueven, donde un puñado de inadaptados se la agarra con un papá indefenso que lleva a su hijo al cole convencidísimos de que pegar, patear o revolear piñas a la gente es parte de su forma de peticionar ante las autoridades una escuela en condiciones? En fin... tema bullyng para otro día...

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(A pesar de mi devaluación como defensora en estos casos creo que me voy a dar una vueltita por el colegio, a ver qué onda... ¿No les parece?)