Globos de Fuego 2010
Llega la noche del 31 de Diciembre y con ella el paso a un nuevo año. Luego del brindis nos vamos todos a la playa para ver cómo la costa entera se ilumina con los fuegos artificiales que se encienden a derecha e izquierda.
Parece sinfonía de sonidos y colores. Interminable. Hipnótica. La gente grita con aquellos que sorprenden con su originalidad. Hay música a lo lejos mientras el aire se ilumina. Cuando comienzan a mermar mi padre inicia la ceremonia familiar: el encendido de los globos chinos que se llevarán a las profundidades del mar todo lo malo del año que se va.
Entre todos y con mucha delicadeza desplegamos los farolitos chinos de papel de seda. Daro es el encargado de encender la mecha. El aire caliente los hará elevarse hacia el cielo para internarse en el mar.
Una vez que se llena de aire tibio hay que soltarlo. El globo se eleva dejándose llevar por el viento y cada uno en silencio deja ir todo aquello que no desea más en su vida para hacer lugar a lo nuevo.
Estas Linternas chinas ascienden lentamente hacia la oscuridad del cielo -repetiremos el rito tres veces- creando un instante mágico de recogimiento y silencio. Deseos y esperanzas enviados al cielo.
Para finalizar y más cercanos a nuestros hermanos indígenas improvisaremos un trencito que entre gritos y cantos da por cerrada la ceremonia convocando con alegría todo lo nuevo por venir.
Y sí... algo chiflados estamos. Ahí está lo bueno porque con poco festejamos.
Parece sinfonía de sonidos y colores. Interminable. Hipnótica. La gente grita con aquellos que sorprenden con su originalidad. Hay música a lo lejos mientras el aire se ilumina. Cuando comienzan a mermar mi padre inicia la ceremonia familiar: el encendido de los globos chinos que se llevarán a las profundidades del mar todo lo malo del año que se va.
Entre todos y con mucha delicadeza desplegamos los farolitos chinos de papel de seda. Daro es el encargado de encender la mecha. El aire caliente los hará elevarse hacia el cielo para internarse en el mar.
Una vez que se llena de aire tibio hay que soltarlo. El globo se eleva dejándose llevar por el viento y cada uno en silencio deja ir todo aquello que no desea más en su vida para hacer lugar a lo nuevo.
Estas Linternas chinas ascienden lentamente hacia la oscuridad del cielo -repetiremos el rito tres veces- creando un instante mágico de recogimiento y silencio. Deseos y esperanzas enviados al cielo.
Para finalizar y más cercanos a nuestros hermanos indígenas improvisaremos un trencito que entre gritos y cantos da por cerrada la ceremonia convocando con alegría todo lo nuevo por venir.
Y sí... algo chiflados estamos. Ahí está lo bueno porque con poco festejamos.
Etiquetas: Año Nuevo, familia, festejos, fiesta, fuego, hermanos
1 Comments:
me ha encantado.
mis mejores deseos para toda la familia.
es como elevar una oración, con toda la fe en los buenos resultados.
es como caminar por la vereda del sol.
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