Fluir sonoro
Tenía una profesora de música a mis diez años, que comenzaba la clase haciéndonos cerrar los ojos y prestando atención a todos los sonidos externos, que luego debíamos enumerar en voz alta con especificidad. Bocinas, motores de autos, aviones pasando, chicos jugando, máquina de cortar el pasto, campanas de iglesia...
De la misma forma nos ponía sinfonías y conciertos, nos hacía cerrar nuevamente los ojos y luego contarle qué instrumentos estaban involucrados. Fue una de las maestras mas inteligentes que he tenido.
Nos enseñó a escuchar.
(La recordé esta mañana cuando meditaba en mi balcón y los pájaros acunaban mis intentos. ¡Hay quienes con tan poco hacen tanto!)
De la misma forma nos ponía sinfonías y conciertos, nos hacía cerrar nuevamente los ojos y luego contarle qué instrumentos estaban involucrados. Fue una de las maestras mas inteligentes que he tenido.
Nos enseñó a escuchar.
(La recordé esta mañana cuando meditaba en mi balcón y los pájaros acunaban mis intentos. ¡Hay quienes con tan poco hacen tanto!)
8 Comments:
...Realmente muy buena profesora, excelente método!
Se lo comentaré a mi sobrina que estudia violín en el Conservatorio Nacional de Música de Quito.
Gracias por compartirlo Abril.
... y qué importante es saber escuchar. Si supiéramos hacerlo, se evitarían tantas discusiones... hasta alguna que otra guerra... Un beso, Abril querida,
V.
Buena idea, se lo hare a mis hijos!
Los mejores profesores siempre son aquellos que utilizan metodos no convencionales, que se salen del cuadrito!
saludos,
Lena
Maestros que cumplen cabalmente con su rol, cuanto bien hacen!!!
Y cuanto bien recogen, poque fijate que el recuerdo del alumno es imborrable y renuente con agradecimiento desde el corazón!!!
En alguna oportunidad mi Maestro Chen nos hacía meditar en este caso sin mantra escuchando los sonidos que se presentaban cuando en el gimnasio de la calle Serrano a 25 mts. de Cordoba, en posición de yoga nos concentrabamos en nuestra respiración. Atención, no es otra cosa que atender lo que ocurre en el plano auditivo, concentrándonos en ello y prescindiendo o tratando de prescindir de pensar en que tenemos que pagar la cuenta de la luz, que me duele las piernas con esta posición inmovil, que que le voy a decir a Susanita cuando la vea, que donde dejé mi lapicera parker o acaso la olvidé en la oficina del abogado y que al final el abogado me parece que me está enredando con lo que me dice, bueno bueno de vuelta aquí que es lo que estoy escuchando..... ????
Què bello.
Me hiciste recordar aquellos años de mi vida en el campo...falta poco para el verano y alejarse de los ruidos de la ciudad, no veo la hora de volver a practicarlo.
El rugido del mar es de mis preferidos;)
Besos, Abril
Una sabia maestra. Abrazos.
* Carlos: Tu sobrina estudia violín? Qué grande! Mi vecina de arriba toca maravillosamente el violin, una señora grande que forma parte de una banda celta. Y cuando ensaya yo escribo con sus acordes como música de fondo, es un instrumento romántico y maravilloso...
* El poeta: Tienes razón. Los humanos cometemos una y otra vez la tontería de querer tener razón, en vez de escuchar al otro y llegar a un punto en común. Muchas cosas malas se evitarían si cerráramos los ojos y nos permitiéramos escuchar a otro, aún desde su silencio. Besos!!!!
* Lena: Te digo un secreto porque yo lo he usado mucho con los míos. Los calma de una manera única e impresionante y como dice Andrés es una forma de meditación y concentración. Una manera simple de volverse hacia adentro.
* Andrés: siempre disfruto de manera particular cuando contás de tu maestro, y en cada ocasión me dejas algo para rumiar. Gracias! En cuanto a quienes enseñan justamente los hay maestros y los hay profesores, docentes, etc. Los primeros permanecen por siempre porque son parte de nuestra transformación continua.
* Uma: Amo el ruido del mar y se llena de colores y silencios cargados de trinos el recuerdo de tu campo, gracias!!!!
* Fer: Que pudo perdurar a través de los años. ¿Seguirá viva?
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