Drexler en Gran Rex

"Ya estoy en la mitad de esta carretera
tantas encrucijadas quedan detrás...
Ya está en el aire girando mi moneda
y que sea lo que sea
Todos los altibajos de la marea
todos los sarampiones que ya pasé,
Yo llevo tu sonrisa como bandera
y que sea lo que sea"

Jorge Drexler, "Sea"

El viernes 20 de Abril fue el segundo de los tres conciertos que Jorge Drexler dió en Buenos Aires para presentar su último disco "12 segundos de oscuridad".Un faro en el sector izquierdo del escenario extendía su luz recibiéndonos en el Gran Rex para disfrutar de dos horas de un show impecable, que comenzó casi en penumbras con el tema que bautiza el disco:

Hizo muchos temas del nuevo material y también algunos anteriores, como “ Guitarra y vos” y Sea, este último mixeado:

El que quiera creer que crea
y el que no su razón tendrá
yo suelto mi canción en la ventolera
y que la escuche quien la quiera escuchar.
Ya está en el aire girando mi moneda
y que sea lo que sea.

A mi este tema en particular es uno de los que más me gusta. El viernes no cantó "Milonga de un moro judío" que sí cantó el día anterior, según me contó mi hermana que tenía las entradas para el jueves desde el mes de febrero. Versiones renovadas de temas anteriores, como "El pianista del Gheto de Varsovia” y para mi gusto exagerando con demasiado aparatito tecnológico distribuídos a lo largo del escenario.

De hecho entre los músicos y como uno más se encontraba un operador con dos PC abiertas desde las cuales controlaba las imágenes que se proyectaban en unas pantallas traseras y algunos de los efectos musicales especiales.

"Hay tantas cosas
yo sólo preciso dos:
mi guitarra y vos
mi guitarra y vos"

En un show donde faltó un poco de pasión, en mi opinión, no por parte del público que acompañaba de todas las maneras inimaginables, sino por tanta parafernalia tecnológica, Drexler estaba por momentos demasiado concentrado en programar efectos especiales musicales en aparatitos varios para terminar de tomar contacto con todo el cariño que el público estaba deseoso de brindarle, como había ocurrido el año anterior.

Era el mismo chico talentoso descubierto casi por "azar" en Montevideo por Sabina, sólo que con chiches nuevos, manteniendo la poética que sus seguidores abrazamos, evidentemente un poco más golpeado por la vida luego de su separación de Ana Laán y también un poco más premiado por la misma vida.