Sin documentos

Me atrapó el micocentro porteño -caluroso y pesado- junto a su compañera inseparable -la burocracia interminable- en la, por momentos quimérica tarea de lograr tener a tiempo los documentos de mis hijos que vengo intentando gestionar desde hace meses haciendo mil y un trámites. No los enuncio para poner fin a la amargura de los últimos días, en otro momento con mas ganas les hago un instructivo, da para escribir un manual completo.

Agradezco infinitamente a todos aquellos a quienes molesté en las últimas semanas buscando ayuda y quiero que sepan que esta misma tarde los tuve en mis manos. Esto significa que podremos viajar a pasar fin de año con la familia. Gracias a todos de corazón.