Cotidiano
Gracias a la lluvia, al viento y al cielo la temperatura en Buenos Aires ha dejado de ser agobiante. He vuelto a dormir y respirar en paz, cierro mis ojos y los abro en un instante que ha durado, sorpresivamente, mas de ocho horas.
Me desperté tan descansada que pasé el día sintiéndome inmensamente feliz por nada en particular, hasta el punto que se me abrió el apetito e insólitamente en mí, las ganas de cocinar. Recién vuelvo de comprar con cuidado especial cada ingrediente con el que me pienso regalar en la noche una rica cena. Y Si bien faltó la albahaca fresca encontré con qué reemplazarla junto a los tomatitos elegidos especialmente para una configurar una salsa especial.
Comer y dormir. Básicos, simples y a veces tan poco valorados por cotidianos.
Me desperté tan descansada que pasé el día sintiéndome inmensamente feliz por nada en particular, hasta el punto que se me abrió el apetito e insólitamente en mí, las ganas de cocinar. Recién vuelvo de comprar con cuidado especial cada ingrediente con el que me pienso regalar en la noche una rica cena. Y Si bien faltó la albahaca fresca encontré con qué reemplazarla junto a los tomatitos elegidos especialmente para una configurar una salsa especial.
Comer y dormir. Básicos, simples y a veces tan poco valorados por cotidianos.
Etiquetas: Instantáneas, Mundo Abril
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