Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

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Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

sábado, junio 30, 2007

Luna Llena


Los días 28 de Junio se produce el siguiente fenómeno: la familia en pleno festeja el cumpleaños de mi madre, a sólo dos días del de mi papá. Cuando mi abuelo materno vivía celebrábamos ambos, padre e hija, ya que nacieron el mismo día.

Desde el momento en que nos congregamos en pleno en su casa hasta que el reloj "cucú" del pasillo avisa el cambio, ella va de la cocina al living derrochando dulzura, simpatía, sonrisas y Strogonoff de lomo.

Cuando dan las doce todo gira. El centro de la celebración se dirige hacia mi hermano que ha comenzado su propio cumpleaños. Una nueva torta sucede a la anterior, el ritual de las velas y los cantos se repite.

En la medianoche del 28 de junio madre e hijo confluyen bajo la Luna que rige el signo astral de su nacimiento, que ayer viernes 29 brillaba completamente llena en todo su esplendor.

La Gran Madre Lunar, Creadora de Vida, Reina de las Mareas, Gobernadora de todos los humores, Protectora Vigilante de la emoción familiar, intuitiva por naturaleza, nos congrega en la mesa familiar y los más chicos anuncian un show improvisado de canto y baile.
Para Toni, Loli, Ricki, el abuelo Lolo con su guitarra desde donde esté, y todos los cancerianos que cumplen en estos días les dejo de regalo un beso junto con la Leyenda del Satélite que los rige, al igual que a la tierra misma.


Leyenda de la Luna


Cuenta una leyenda que hace muchísimos años solamente el Sol reinaba en el cielo. De día todo era alegría, pero durante la noche un gran temor se apoderaba de las aldeas. Cierta vez, un puma sanguinario se ensañó con un pequeño poblado. Entonces, una joven valiente y generosa, llamada Quilla decidió poner fin a esta amenaza.

Una noche, en vez de refugiarse junto a su pueblo, se quedó sola en un lugar abierto. Al acercarse el puma, ella comenzó a correr muy velozmente. El animal la siguió, pero Quilla conocía perfectamente la región y sabía donde ocultarse. Así, durante dos días, fue alejando a la fiera de su pueblo.

Finalmente, en la tercera noche, el puma la acorraló. La joven se dio cuenta que estaba perdida. Sin embargo, contenta porque había logrado apartar a la bestia de su gente, se dispuso a morir.

En ese momento ocurrió algo asombroso: la figura de la muchacha comenzó a ascender por el aire hasta convertirse en un astro redondo y luminoso que quedó prendido en el cielo. Los amigos de Quilla, que la buscaban intensamente, vieron la transformación y comprendieron lo sucedido......

A partir de ese momento, Quilla nunca los abandonó; los acompañó todas las noches con su luz, desde el cielo.

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