Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

Mi foto
Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

lunes, marzo 08, 2010

Feliz día amigas


"-Así es la vida de la mayoría de las mujeres, Lori.
Son siempre las más pobres de los pobres;
hacen dos terceras partes del trabajo en el mundo,
pero poseen menos del uno por ciento de los bienes"

Isabel Allende
La suma de los días
El gráfico es de Maitena
"Autoretrato"


Nuevamente festejamos el Día de la Mujer, con tanto trabajo por hacer aún en el campo de la reivindicación del género a lo largo del mundo entero.

Quiero dedicar las lineas que citaré mas abajo del libro de Isabel Allende " La suma de los días" a amigas que admiro profundamente, con las que tengo el honor de compartir el camino de la vida muchas desde muy pequeñitas, quienes, en un mundo competitivo que exalta desmedidamente la figuración pública y los logros personales, se brindan a los seres que las rodean de manera silenciosa y anónima.
Un puñado de mujeres que son apenas una muestra de las miles que existen, que anteponen una vida de servicio antes que su éxito personal y profesional. Mujeres que trabajan, aman, cuidan, cocinan, viajan, llevan, traen, mantienen un hogar, son madres, amantes, profesionales, científicas, dadoras por excelencia, incondicionales en la entrega, extensas en el dar sin limite, multiplicadoras del tiempo. En ellas a todas:

¡FELIZ DÍA!
A Mariela, que pasa más noches en la guardia del Pirovano y de otras instituciónes médicas, que en la suya propia y quien para todas nosotras no duerme, ya que la consultamos permanentemente desde hace más de 20 años por cualquier cosa y a toda hora. En ella a todas las que trabajan en el área de la salud, especialmente Mary, Gaby, Sil, Vanesa, ...

A Moni, amiga y ejemplo, que se duele y trabaja por las víctimas de la violencia doméstica, restableciendo la justicia en donde la maldad o la ignorancia ha puesto todo patas para arriba, me consta que aún postergando en algunos casos por la urgencia que requieren, muchas de sus horas de sueño. En ella a las que luchan en el ámbito del derecho, la justicia, las áreas sociales, las periodistas, escritoras o mujeres que se animan a decir y denunciar a través de su arte, y a todas las que trabajan en problemas de género..

A Mariel, Laurita y Maricel, mamás del corazón que entibian con ternura un hogar para niños en situación de abandono. A Laurie que abraza la discapacidad en forma cotidiana brindando mucho más que su amor incondicional. Mujeres que muestran cada día que el hogar es mucho más que una casa, que sus vocaciones o trabajos jamás serán más importantes que el mundo de los afectos. En ellas a todas las amas de casa, muchas de las cuales además trabajan afuera y son sostén económico de su hogar.
A mi hermana Gabi que con dedicación investiga a conciencia en el área de la salud humana para lograr mejores condiciones de vida para muchos. En ella a las miles de investigadoras que tienen una probeta en la mano derecha mientras agitan una mamadera o preparan la chocolatada con la izquierda, ambas con excelencia.

A Selva, docente de vocación, que en la madurez de su vida supo brindar una nueva razón a muchas mujeres que se creían desplazadas por los años, su situación personal o sus condiciones personales. En ella a todas las docentes de vocación, independientemente del lugar en el que desarrollen su actividad.

Y a mi mami, que me dió la vida.

****
"Tabra y yo caminamos hacia las mujeres, que al vernos hicieron ademán de retroceder, pero su curiosidad venció a la timidez y pronto estábamos juntas bajo la acacia, rodeadas de niños desnudos. Las mujeres llevaban saris polvorientos y gastados. Eran jóvenes, con largas melenas oscuras, la piel seca, los ojos hundidos y maquillados con khol. En la India, como en muchas partes del mundo, no existe el concepto de espacio personal que tanto defendemos en Occidente."

"A lo lejos un bocinazo de Sirinder nos indicó que era hora de partir. Nos despedimos de las mujeres y empezamos a alejarnos, pero una nos siguió. Me tocó la espalda, me volví y me ofreció un paquete. Creí que pretendía darme algo a cambio de las pulseras y traté de explicarle por señas que no era necesario, pero me obligó a tomarlo. Era muy liviano, parecía sólo un atado de trapos, pero al abrirlo vi que contenía un bebé recién nacido, diminuto y oscuro. Tenía los ojos cerrados y olía como ningún otro niño que yo haya tenido en los brazos, un olor acre de ceniza, polvo y excremento.

Lo besé en la cara, murmuré una bendición y quise devolvérselo a la madre, pero en vez de recibirlo, ella dio media vuelta y corrió a juntarse con las demás, mientras yo me quedé allí, meciendo al crío, sin comprender lo que sucedía. Un minuto después Sirinder llegó gritando que lo soltara, no podía llevármelo, estaba sucio, y me lo arrebató de los brazos y fue a entregárselo a las mujeres, pero ellas retrocedieron, aterradas ante la ira de ese hombre. Entonces, él se inclinó y puso al infante sobre la tierra seca, bajo el árbol.

Willie había acudido también y me llevó casi en vilo hacia el coche, seguido por Tabra. Sirinder encendió el motor y nos alejamos, mientras yo hundía la cabeza en el pecho de mi marido.
-¿Por qué esa mujer pretendía darnos su bebé? -murmuró Willie.
-Era una niña. Nadie quiere a una niña -explicó Sirinder.

Hay historias que tienen el poder de sanar. Aquello que ocurrió esa tarde bajo la acacia desató el nudo que me ahogaba, sacudió las telarañas de la lástima por mí misma y me obligó a volver al mundo y transformar mi pérdida en acción. No pude salvar a esa niñita, ni a su madre desesperada, ni a las «ayudantes» que acarreaban la montaña piedra a piedra, ni a millones de mujeres como ellas y como aquella, inolvidable, que lloraba en la Quinta Avenida durante un invierno de Nueva York, pero prometí que al menos intentaría aliviar su suerte, como habrías hecho tú, para quien ninguna tarea de compasión era imposible."

La suma de todos los días
Isabel Allende

Etiquetas: , ,

8 Comments:

Blogger Andres Monder Vermon said...

Mis felicitaciones y buenos deseos a una mujer tan completita como vos.

7:47 p.m.  
Blogger Unknown said...

Feliz díaaaaa!!!!!!!!!!
Que te llenen de mimos y te alegren este y todos los días.
Un beso grande como vos!!!

8:04 p.m.  
Blogger SAFIRO said...

Si uno se detiene un momento a pensar en porque fue instituido este día para celebrar el día de la mujer, entonces sería más de reflexión que de festejos.
Salvando las distancias no han cambiado tanto las cosas, sigue la mujer siendo explotada y discriminada, en muchos casos.

De todos modos, me uno al saludo para tus amigas y en ella a todas las mujeres y en especial a vos, Abril, que también llevas tu parte bien ganada.

Un fuerte beso

9:40 p.m.  
Blogger Diana said...

Feliz día bella Abril

11:13 p.m.  
Blogger ...flor deshilvanada said...

Posts como estos me emocionan, resaltás lo que para muchos puede ser algo cotidiano, pero llevan detrás una lucha diaria de empuje y empuje.

Llego un poco tarde para desearte feliz día, aunque nunca es tarde.

Un beso inmenso, Abrilsucha!!

11:03 a.m.  
Blogger fgiucich said...

Espero que la hayas pasado muy bien. Abrazos.

2:11 p.m.  
Blogger Gonzalo Villar Bordones said...

que bueno mirarte de nuevo.

4:38 a.m.  
Blogger ALBINO said...

Yo me sumo a todas tus dedicatorias y lei con interes el texto de Isabel Allende, una de mis mujeres más admiradas.
Deseo que hayas pasado un dia feliz y sobre todo, que la tranquilidad, la paz y la comprensión sean una parte importante del mundo que te rodea.
Un beso cariñoso desde este extremo de España que es Galicia

6:01 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home