Anoche soñé contigo

Anoche soñé contigo
y no estaba durmiendo
todo lo contrario
estaba bien despierto.

Soñé que no hacia falta
hacer ningún esfuerzo
para que te entregaras
en ti yo estaba inmerso

(Anoche soñé contigo
Kevin Johansen)

Anoche diluviaba cuando salí de mi taller de guión. Dos cuadras, apenas cruzar la plaza -inundada- y mi ropa empapada sobre el asiento del auto. En la esquina de Callao y Córdoba un patrullero detenía a medias una de las manos del tráfico. Un hombre tendido en la vereda a los pies del policía. Alguien agachado a su lado le tomaba el pulso y movía la cabeza de un lado hacia el otro.

La vida es tan efímera, pensé. Unos segundos apenas que se nos van como si estuviéramos dormidos. Y cuando llega ese momento, el de la lluvia, el del cuerpo tendido en la vereda sin nada más por hacer, todo se vuelve inmensamente relativo. Lo que te pido. Lo que me pides. Lo que hay. Lo que no hay.

Por eso te llamé. Porque me adivinaste en el "hola" con tal seguridad que diste por hecho que estaba empapada y fue lo primero que te oí pronunciar, me veías de esa especial manera en que uno ve a los seres amados. Después me confesaste, venías calculando mi camino, mis horarios, la lluvia mojándome.

Porque me esperabas en la puerta del garage como si a vos la lluvia no te tocara. Porque amorosamente fuiste colgando mis jeans ensopados, mis medias, mi mochi, y el abrigo cerca del fuego para que estuviera seco en la mañana. Porque me hiciste un te con miel y me abrazaste. Y dimos por terminada la separación de este espantoso fin de semana que resultó eterno. Por todo eso. Anoche no soñé contigo. Dormí contigo. Inmersa.


¡Qué lindo que es soñar!
soñar no cuesta nada
soñar y nada mas
con los ojos abiertos
qué lindo que es soñar
y no te cuesta nada mas que tiempo.

¿Qué hacer con tanta angustia?
Por cosas no resueltas
con toda esta energía
casi siempre me cuesta

Si pudiera olvidarme
por siempre de mi mismo
habría de encontrarme
allá en tu dulce abismo

Qué lindo que es soñar
soñar no cuesta nada
soñar y nada mas
con los ojos abiertos
que lindo que es soñar
y no te cuesta nada mas que tiempo

Soñé que no hacia falta
hacer ningún esfuerzo
para que te entregaras
en ti yo estaba inmerso.
Que lindo que es soñar...

(Y porque sos el único que primero abraza a Abrilita, la consuela, la llena de mimos, la escucha paciente, acaricia su pelo sin juzgarla, seca sus lágrimas, le dice cuánto la comprende... y recién después, mucho después, se ocupa de Abril. Y eso, mi amor, nunca antes lo hizo nadie...)