De Cuarto Menguante

Finalmente el día veinte llegaron mis golodrinas,
su presencia decretó en mi Reino
el comienzo de la Primavera.

Bailaron toda la mañana frente a mi ventana mientras hacía el café festejando a los gritos su retorno. Dieron la vuelta conmigo cuando me llevé el desayuno al living, yo les hablaba sin parar, me reía, cantaba, les hacía preguntas, les contaba la espera. Me reconocen, es increíble pero sucede cada mañana mientras preparo el desayuno. Se acercan traviesas a la ventana y bailan. Recién se han ido a jugar, por eso me senté a escribir en esta pausa, envuelta con el sol tempranero, el olor a café y las tostadas tibias.

Se les hizo costumbre volar frente a mi ventana cuando estoy allí leyendo, pasando letra o simplemente escuchando música, rearmando la vida. Juntas convertimos inconscientes un espacio imaginario de sutiles energías que nos realimentan. Adivinamos presencias que nos sorprenden y no.

El Equinoccio en Aries me devolvió la energía que algún duende travieso me había quitado. Y yo les hablo, les cuento...

Animada por el Espíritu de la Vida voy reconstruyendo puzzles imaginarios con mis manos o mi mente. Me deshago de lo viejo en el cambio de estación, ofreciéndoselo al río que todo lo purifica en un abrazo. Ellas parecen papelitos al viento cuando se alejan, ¡Las siento tan mías sin siquiera tocarlas!
Mis kalas en un ataque de celos florecieron en forma exagerada, multiplicándose en mi pequeño balcón. Pongo tres -siempre una por cada uno de mis niños- a los pies de la Virgen dando las gracias, mi pequeño reino es un sitio sagrado que ella preside, protege y guarda.

Este sábado de Cuarto Menguante envuelvo mi cuerpo en plateados y suelto, el proceso ha llevado unos cuantos días. Giro danzando alrededor de mi universo personal en sentido contrario a las agujas del reloj, alejando ritualmente las últimas sombras para que el sol inunde cada rincón. Aún encuentro rastros del caos en cada esquina de la casa, anticipo de un Nuevo Orden.

No me apuro porque aprendí que respetar los tiempos es parte del Secreto.

La música gobierna en mi reinado, responsable absoluta de la armonía y el equilibrio de la Vibración Energética de quienes pasan por aquí, o la habitan. Quisiera que este día no termine nunca, que el tiempo congelara este instante pleno para no acordarme de las ausencias que se notan al caer el día, de las voces que callaron sin desear hacerlo, de los ojos que otros cerraron porque ellos no veían.

En la tibieza de la mañana los dolores huyen como vampiros. Y te percibo. Siento tu presencia acercarse en los días que comienzan.

Unos se van
Otros se alejan.
Algunos peregrinan.
Yo se que vos te estás acercando.
Simplemente te espero sin urgencias.
Es sábado de Cuarto Menguante.

*** Raly Barrionuevo - Cuarto menguante (video oficial) Si no lo escucharon no se priven de esta maravilla musical, tan simple y completa al mismo tiempo... Tks!