A Voces

(Perlitas del Recital de Filio)
El sábado cuando salía rauda (y tarde, para variar) del Bauen hacia el Ateneo, bajo una sorpresiva y molesta llovizna, me preguntaban (ellos) que a quién iba a ver al teatro.
Y cuando les respondía repreguntaban: -¿A quién?
Hasta Alejandro -el cubano- lo hizo, de manera que paso a contarles un alguito de "Aquien".
No alcanzo a recordar si supe de él gracias a Silvina Garré mientras buscaba un tema de Carlos Varela que ella había cantado en la Casona del Conde o por Alejandro Lerner.
En cualquier caso valió la pena y fue hace mucho tiempo.
Luego lo conocí realmente y en "Un Secreto a Voces" me atrapó por completo. Entonces supe que era una de las tantas personas que lo siguen en este Buenos Aires.
Alejandro Filio es un maravilloso cantautor mexicano con una producción vastísima de temas y una discografía igualmente increíble.
Pero especialmente una sensibilidad fuera de lo común que con una guitarra, su inmensa voz y su pequeña gran presencia como toda escenografía, nos hizo reír, llorar, emocionarnos y aprender un poco de historia mexicana en las dos horas que duró su show.
Comenzó con problemas en su guitarra ( ¿nadie controló el sonido previamente?) que pudo sortear con algunas bromas y comentarios en los largos minutos que llevó poner el aparato en condiciones (la guitarra, claro).
Luego anunció que cantaría todos los temas que le pidieran e hizo exactamente lo contrario.
Y con honrosas excepciones cantó los menos populares, (a juzgar por los pedidos de la gente...), me parece a mí como parte de una ideología que desplegó en cada intervención hablada que hizo.
Igualmente bellos cada uno de los temas yo me sentí mas que feliz de tener conmigo tres de mis preferidos: "Vienes con el sol", "Mujer que camina", y "Despierta" con el que concluyó con sus ojos bañados en lágrimas, la primer parte de su recital, antes de los bises, que fue como una segunda parte del recital en la que fue mas generoso con su público.
Antes nos había contado la nostalgia que le daba estar tan lejos de su familia cada vez que venía hacia el sur (qué lejos les suena a todos los de "arriba" darse un paseíto por aquí "abajo, che!) y quedó de manifiesto cada vez que cantaba una canción dedicada a su mujer o alguno de sus hijos.
Su guitarra impecable acompaña honrosa sus poéticos temas donde habla de todo lo que es profundo en la vida de los seres: el amor, la familia, la tierra de uno, los sueños, las esperas, las distancias, las pérdidas, el arte, el paso del tiempo...
Aprovechó la oportunidad para dejar en claro su posición ideológica y política respecto de Chiapas, el Subcomandante Marcos, México, la Trova como género musical, contestó a supuestos ataques de quienes dicen que traiciona el género con algunos temas y no perdió la oportunidad para tirarse contra Arjona como lo hace en "En el reino de los ciegos" (y según me contaron en cada recital), a quien trata de "Rey de los Oportunistas de la Mala Memoria, Galán Populistas rimador de sobras, bicho que crece alto enredando moda, canto y moneda" y contra todos los que andan "norteados".
Esto último, utilizado en este recital en forma recurrente, abusiva y hasta como "leiv motiv" es lo único que me pareció inconsecuente.
Llegó a compararse con él al criticar la poca poesía del término "grasa abdominal" (refiriéndose a la canción de Arjona de mujer de las cuatro décadas) para luego remarcar con qué poesía se refería un autor como él (Filio) a la mujer. Y esa fue la introducción a uno de sus temas que da origen al disco que de alguna manera nos dedica a las mujeres.
Tanta declaración de principios en la figura de otra persona y en un sitio donde todos la mayoría, por lógica, le eran incondicionales me pareció innecesario para un artista como Filio quien no necesita de esto.
Las referencias de este tipo, en mi opinión, le restan porque finalmente termina apoyándose en forma constante en un nombre ajeno al que detesta, dentro de un recital que le pertence. Yo no le daría mi espacio a alguien que me disgusta o a quien considero mi enemigo.
Pero son puntos de vista.
A mi por suerte ni me suma ni me resta.
Yo seguiré siendo una "Mujer que camina" "hasta el borde del alba. Mujer para afuera y mujer para adentro. Mujer desafiando a los astros..."
Que vi a Alejandro Filio y lo disfruté, como cada vez que me acompaña en mi escritorio mientras escribo y sueño en el papel...
Y que también tengo mis entradas para ver a Arjona.
Y puedo seguir con mi contradicción a cuestas (si lo es) porque nadie me exige que me defina y si lo hacen se quedan con sus ganas...