Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

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Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

viernes, noviembre 11, 2005

Despedidas

Siempre le tuve terror a las despedidas.
Las pequeñas, cotidianas, del irse al trabajo o la escuela.
Las medianas, aquellas del viaje de vacaciones o por trabajo, que no llevarán más de quince o treinta días de ausencia.
Y las grandes, las que uno no sabe si volverá a ver a aquel que despide.
Mi miedo es siempre el mismo, se traduce en lágrimas y se absorbe con razonamientos lógicos que no aplacan pero distraen.
Este viernes despedimos a Joy con una fiesta. No se va hasta el próximo, pero son los comienzos del "Hasta pronto", "Hasta luego", "Hasta..."
¿Quién lo sabe? ¿Quién decide? ¿Quién se anima?
La única certeza es la incertidumbre, por eso uno se aferra con fuerza al ser querido, deseando casi devorarlo para impedirle partir. Pero sabe que no puede, porque el amor lo impide, entonces aceptando que forma parte de la vida misma esto de ir, volver, para regresar y volverse a ir... uno levanta la mano, alcanza el beso, o estrecha el abrazo mientras murmura un apenado saludo que no alcanza, por pequeño, pero que une en la separación.
Pero eso será la próxima semana.
Hoy es fiesta.
Mañana... será otro día.

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