Diablos Danzantes
Hoy es Halloween , celebración de origen celta, cuyo nombre "All hallow's eve", del inglés antiguo nos anticipa que mañana será la Fiesta de Todos los Santos (¿Esto me incluirá? Todos saben que soy una simple beatita...)
Por eso aprovecho este preámbulo al día de todos los muertos, en que brujas, magos, e innombrables saldrán de sus moradas a pedir dulces -o "la venganza será terrible..."-
Así hago mi humilde aporte a esta noche en que algunas adorarán al "Señor de la Muerte" o "Samagin", consultándole de paso sobre el futuro, salud, prosperidad, muerte -la verdad que se me ocurren cosas más creativas pero no corresponde aquí.
De de lo que les voy a hablar es de una costumbre ni pagana ni celta. Sino bien Americana del Sur, con mezcla de costumbres y ritos católicos (de eso no se salvan ni los celtas, je!!)
Resulta que hace unas semanas vino a Buenos Aires de visita Noris, desde Venezuela. Nos conocemos a través de una lista de Internet desde hace casi nueve años. Y por primera vez pudimos darnos un abrazo y mirarnos las caras sin monitores ni teclados, ni teléfonos, ni aparato alguno oficiando de intermediario en este mes de Octubre.
Noris conoce todo lo que he vivido en los últimos diez años. Me ha llamado en momentos críticos, conteniéndome con mimos de todo tipo. Esta vez trajo junto a su cariño, el café de su tierra (soy adicta a esa bebida) y algo muy especial: Un diablo danzante.
No se si les conté pero he hecho algunos cursos de Feng Shui, que entre otras cosas desaconseja tener máscaras o figuras rituales sin saber si se utilizaron en ceremonias de muerte o ceremonias mágicas, para evitar una influencia energética negativa dentro del hogar.
Caso típico son las máscaras africanas que la gente trae de sus viajes sin saber ni a quiénes representan. Algunos puristas directamente sostienen que las máscaras que tiene los ojos vaciados -incluso las de carnaval veneciano- suelen emitir (energía) de forma negativa.
Cierto o no, como que las hay las hay, yo paso las máscaras por alto. Las prefiero fuera de mi casa. Gente con careta ya conocí demasiado, por eso cuando me regalan una con total sinceridad la rechazo o si la confianza no me lo permite la retransmito a otra persona que no crea en esto como lo crreo yo.
Por eso cuando abrí el paquete y vi de que se trataba lo primero que le dije fue: -"Te lo agradezco, pero no". Devolviéndole la figura que ilustra el post. Noris, paciente conmigo, en vez de tirármelo por la cabeza me explicó que lo traía para que justamente el bien prevaleciera sobre el mal.
"Luchar con las mismas armas del diablo siempre es más inteligente que hacelo con las del polluelo mojado". Algo que me repiten a menudo y estoy intentando. Diríamos que viene de refuerzo. Sabiendo lo que significaba lo tengo en el living de mi casa.
Es que los Diablos Danzantes dentro de la tradición venezolana representan la victoria de todo lo bueno. Llevan bailando unos trescientos años, son muy coloridos, y se los diferencia de los "malvados" por sus adornos: cruces, rosarios, escapularios y otros amuletos. Además estos bailan. El malvado que yo conozco no sabe bailar :-)
Lo comparto porque yo de esto no sabía nada. Les dejo mis fotos y mas info abajo para quienes como mi amiga Laurie se vuelvan locos con el diablillo. Conozco otros. Pero esos perdonenme pero no los comparto.
SOBRE LOS DIABLOS DANZANTES
Los Diablos danzantes de Yare aparecen cada Jueves de Corpus Christi. Se celebra esta festividad desde el siglo XVIII en San Francisco de Yare, Estado Miranda (Venezuela). La celebración comienza el miércoles. Silmulando un velatorio se cantan fulías, recitan décimas, rezan rosarios y salves hasta el amanecer.
Al día siguiente -jueves de Corpus- los promeseros vestidos de diablos realizan danzas alrededor de la plaza y se ubican frente a la iglesia. Los Diablos danzan al son del repique de la Caja, un tambor típico, por las calles del pueblo para luego arrodillarse frente a la iglesia, en señal de respeto al Santísimo, mientras el sacerdote los bendice.
La música y el baile continúan mientras los Diablos -quienes pagan una promesa religiosa al convertirse en demonios de rojas vestiduras y coloridas máscaras- visitan las casas de algunos Diablos difuntos. La celebración finaliza al caer la tarde. Suenan las campanas de la iglesia y la hermandad se dispersa hasta el próximo año.
Para saber algunas otras curiosidades sobre esta fiesta venezolana les propongo *CLICKEAR AQUI*.
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