De escritores
Dios acompaña a un escritor al infierno de los escritores. Allí hay hileras infinitas de escritores sentados en sus mesas que aporrean sus máquinas de escribir. Todos escriben como condenados. Sufren de lo lindo y de los dedos les chorrea sangre porque en las teclas hay cristales clavados. El escritor recién llegado se vuelve hacia Dios y le dice:
-¿Y el cielo?
Entonces, el escritor y Dios van al cielo. El panorama es el mismo. Filas infinitas de escritores que aporrean sus máquinas de escribir. También estos sufren con empeño y les sangran los dedos porque en sus teclas también hay cristales clavados. El escritor se vuelve hacia Dios y le pregunta:
-Señor, no entiendo. También estos sufren como los que están en el infierno. ¿Cuál es la diferencia?
-La diferencia -le dice Dios al escritor- es que estos publican.
Me lo mandó Moni desde Tongling, gracias!!!!)
-¿Y el cielo?
Entonces, el escritor y Dios van al cielo. El panorama es el mismo. Filas infinitas de escritores que aporrean sus máquinas de escribir. También estos sufren con empeño y les sangran los dedos porque en sus teclas también hay cristales clavados. El escritor se vuelve hacia Dios y le pregunta:
-Señor, no entiendo. También estos sufren como los que están en el infierno. ¿Cuál es la diferencia?
-La diferencia -le dice Dios al escritor- es que estos publican.
Me lo mandó Moni desde Tongling, gracias!!!!)
4 Comments:
...y que pasan si los descubren una vez muertos? Hay posible traspaso? :)
Mejor escribir a mano aunque el lápiz sea el tallo de una rosa.
(el cielo de los escritores aún está por escribirse y este estado constituye un verdadero infierno)
Buenísimo y tan real!!! Abrazos.
Con la sangre de nuestras venas desparramando el teclado escribimos. Luego lo guardamos, en un rincón del alma o en el fondo de un cajón. Nuestro paraiso e infierno confundido en las letras que forman nuestras confusas palabras al decir. A veces sólo para clarificarnos. Besos a los tres. Sabemos que no es chiste.
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