El cenzontle se pregunta de dónde es

"El cenzontle se pregunta de dónde es. 

El cielo se abre y la respuesta está en su canto: 

uno es los caminos recorridos, 

los lugares del amor, 

el lugar donde ha enterrado su ombligo". 

(Camino a casa, Alejandro Sanz 

en el que cita un poema de Mardonio Carballo en náhuatl,) 

 El término "cenzontle" proviene del náhuatl "cenzon-tlahtol-e", formado por "centzontli" (que significa "cuatrocientos") y "tlahtolli" (que se traduce como "palabra" o "canto"). Este nombre se atribuye al melodioso canto de este ave, ya que los machos adultos pueden tener entre 50 y 200 canciones distintas en su repertorio. Su denominación científica, Mimus polyglottos, deriva del griego "polyglottos", que significa "muchas lenguas", en referencia a la habilidad del cenzontle para imitar diversos sonidos. 

Este pájaro, conocido como "el de las cuatrocientas voces", es admirado por su variado canto, así como por el colorido del jade y el embriagador aroma de las flores. Sin embargo, en contraste con su belleza natural, el poema que lo menciona también resalta el valor del ser humano. Este poema, que aparece en los billetes de 100 pesos mexicanos, exalta la diversidad de la naturaleza pero también reconoce la importancia de la humanidad. 

" Amo el canto del cenzontle, 

 pájaro de cuatrocientas voces; 

 amo el color del jade 

y el enervante perfume de las flores; 

 pero amo más a mi hermano 

 el hombre." 

El álbum "La Música No Se Toca" de Alejandro Sanz incluye una canción que cita un poema de Mardonio Carballo en náhuatl, reflexionando sobre la identidad y la conexión con la tierra y la cultura. 

Además, el cantautor cubano Silvio Rodríguez menciona al cenzontle en su canción "La Maza", reconociendo su capacidad para transmitir emociones a través de su canto. 

Es que el cenzontle, con su sorprendente capacidad para imitar una amplia variedad de sonidos y su melodioso canto, es como un poeta del bosque que nos regala un concierto único y lleno de vida cada vez que abre su garganta. Su belleza y gracia en el vuelo, combinadas con su habilidad para transmitir emociones a través de su voz, lo convierten en un símbolo de inspiración y asombro en la naturaleza. 

También nosostros a veces somos un cenzontle, sucede cada vez que nos atrevemos a abrazar nuestro espíritu libre y creativo. Nos parecemos a él cuando encontramos la belleza en la diversidad, cuando compartimos nuestras propias voces únicas en un coro de experiencias y emociones. Somos como él cada vez que, al igual que él, encontramos formas creativas de expresarnos y de conectar con los demás, ya sea a través del arte, la música o la poesía. 

Somos un poco el cenzontle cuando celebramos nuestra individualidad y nos permitimos ser auténticos en un mundo lleno de posibilidades...