De lectores y lecturas

El 1 de mayo es un día festivo porque conmemoramos el Día del Trabajador. La mañana suele amanecer en calma, como es típico de los domingos y los días feriados. Es un momento para que la gente descanse y recupere energías en el ambiente tranquilo de la festividad. Aunque a veces ese descanso breve no parece ser suficiente, proporciona un respiro necesario. 

En la tranquilidad de la mañana festiva, me encuentro reflexionando sobre la lectura. Durante estos días, la 48ª Feria del Libro atrae a multitudes de personas que acuden para explorar, disfrutar y adquirir libros. Sin embargo, me pregunto: ¿realmente todas esas personas que asisten a la feria están comprometidas con la lectura? 

Observemos qué sucede en las redes. El tiempo que la gente pasa leyendo en las redes sociales puede variar ampliamente dependiendo de diversos factores, como la plataforma específica, el tipo de contenido y las preferencias individuales. Sin embargo, en promedio, se estima que las personas pasan alrededor de 2 a 3 horas al día en redes sociales. 

Dentro de ese tiempo, la lectura de contenido puede ocupar una parte significativa, aunque también hay otras actividades como ver videos, interactuar con publicaciones, o simplemente desplazarse por el feed. El tiempo máximo que un lector promedio puede pasar leyendo un solo posteo en redes sociales puede variar dependiendo de diversos factores, como el interés del lector en el contenido, la longitud y complejidad del posteo, la plataforma en la que se publica y las distracciones presentes en el entorno del lector. 

 Sin embargo, los estudios sugieren que el tiempo máximo que la mayoría de las personas pueden pasar leyendo un posteo en redes sociales tiende a ser relativamente corto, generalmente de unos pocos minutos como máximo. Esto se debe a la naturaleza rápida y de desplazamiento veloz de las redes sociales, donde los usuarios pueden estar expuestos a una gran cantidad de contenido en poco tiempo. 

El tiempo que tarda un lector promedio en abandonar un posteo puede variar dependiendo de varios factores, como la longitud del posteo, el interés del lector en el contenido, la relevancia del contenido para el lector y la plataforma en la que se publica. Algunas estimaciones y estudios sugieren que los usuarios en redes sociales suelen tomar decisiones rápidas sobre si continuarán leyendo un posteo o si lo abandonarán en cuestión de segundos. Algunos estudios indican que los usuarios pueden decidir si seguir leyendo un posteo en menos de 15 segundos. 

En mi opinión, la costumbre cada vez más extendida de dedicar períodos breves de tiempo a la lectura puede tener un impacto significativo en la capacidad de concentración de las personas cuando se enfrentan a textos más extensos. Esta tendencia es evidente en plataformas como WhatsApp, donde es común observar que los usuarios no leen completamente los mensajes más largos, lo que a menudo resulta en respuestas que no reflejan adecuadamente el contenido del mensaje original. 

Esta preferencia por la lectura breve, rápida y fragmentada puede tener consecuencias más amplias en el hábito de lectura de libros. La capacidad de mantener la atención y sumergirse en una lectura más extensa podría verse comprometida por la exposición constante a información fragmentada y la necesidad de consumir contenido de manera rápida y superficial. 

Esto podría manifestarse en una menor disposición para abordar libros largos o complejos, así como en una disminución de la capacidad de retener información y disfrutar de la profundidad que ofrecen las obras literarias más extensas. 

Nuevamente habría que revisar cómo nuestras prácticas de lectura en entornos digitales pueden influir en nuestra capacidad para comprometernos con textos más largos y complejos, y, de ser necesario, considerar estrategias para cultivar la concentración y el disfrute de la lectura en profundidad.