Tengo más almas que una
Fernando Pessoa concibió una vasta multitud de individuos,
una diversidad de existencias únicas y alternativas en las que se multiplicaba
hasta alcanzar su propia disolución. Entre estas criaturas imaginarias,
destacan tres poetas, conocidos como sus célebres heterónomos. A cada uno de
ellos, Pessoa no solo les otorgó un nombre propio, sino también una biografía
y, sobre todo, una poética distintiva.
Alberto Caeiro es retratado como "el poeta materialista", quien mediante versos directos rechaza los laberintos del pensamiento y promueve el disfrute sensorial. Ricardo Reis, en cambio, se presenta como el refinado constructor de arquitecturas parnasianas. Alvaro de Campos, por su parte, es descrito como el vanguardista desesperado que cuestiona, con furia y escepticismo, el vacío de su propia existencia y, por ende, la del hombre contemporáneo.
Estos heterónomos no son meros seudónimos, sino más bien entidades literarias precisas, en un doble sentido: son invenciones de Pessoa y, al mismo tiempo, escritores que conciben y practican estéticas altamente personales. Pessoa fue, probablemente como cada uno de nosotros, un incomparable inventor de sí mismo. Y, como pocos, se erige como una voz indispensable en la poesía del siglo XX. Nacido en Lisboa en 1888, Pessoa falleció en la misma ciudad a causa de un cólera hepático en 1936.
Etiquetas: Fernando Pessoa
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home