De las leyes y los juicios

En el capítulo 163 de "Suleiman, el gran sultán", un representante de su majestad el rey Francois I de Francia le escribe una carta para tenerlo al tanto del rumbo de las negociaciones políticas con el Gran Visir del Imperio Otomano acerca de su ayuda militar y la invasión a Italia. Aprovecha la oportunidad para alabar el manejo de la justicia y las leyes del Imperio. Relata un juicio al que asistió y termina su descripción detallada de los hechos con la siguiente frase: 

"En las cortes otomanas nadie espera largos años para que el juez llegue a una resolución, como en nuestro país. Todo aquel que va a la corte recibe lo que le corresponde lo antes posible. La causa que lleva diez años o más en el mundo cristiano se resuelve aquí en uno o dos días. O en una semana. El sultán otomano garantiza los derechos a través de las cortes porque las leyes están claras e incluyen todos los casos. También incluyen a los cristianos y judíos que viven aquí. La causa que presencié prueba que es cierto. Estoy seguro que usted implementará en Francia nuevas leyes mejores de las que hay y se encargará de esto."

En época de desarrollos tecnológicos impensados que agilizan los tiempos y acortan las distancian, colocando la información de manera inmediata a la mano de cualquiera que la necesite, el derecho argentino, sus cortes y tribunales, los juicios en particular, siguen tardando esos diez años de la época otomano. Y a veces mucho más.

Nada ha cambiado desde el mil quinientos. Eso sí: Será Justicia.