Resumiendo
Me apasiona la vida y la todo lo que en ella sucede, en esta noche en particular me siento agradecida. Esta semana ha sido intensa en emociones y sucesos de todo tipo. El mundo real me ha atrapado con una fuerza poderosa que me alejó de mis Blogs. No he escrito desde el lunes, eso no es habitual.
Pero fui leyendo cada uno de los comentarios maravillosos que fueron dejando en la entrada anterior que, además de una cuota singular de cariño, me dejan más rica que antes de tenerlos y me permiten miradas nuevas. Disfruto el intercambio tanto o a veces más que el mismo Post. ¡Gracias a todos!
Me apasionan los maestros que la vida me acerca en este tiempo de aprendizaje. Disfruto enormemente viendo las ganas y el amor que ponen en la transmisión de lo que saben, aprecio en forma muy especial la generosidad con la que se alegran cuando perciben que han dejado algo en algunos de sus alumnos. He tenido uno distinto cada día, desde el mismo lunes hasta hoy, también mañana. Uno por cada uno de los siete días que terminan septiembre.
Me apasiona la llegada de la primavera y con ella el cumpleaños de mi hijo Andrés. Me deslumbra la vida cuando en un día sin regalos comprados especialmente para él nos ofrece un presente inédito con la llegada tardía de nuestras golondrinas bailando en la ventana de la cocina mientras desayunábamos antes de ir al colegio esa misma mañana. Detalle minimo que me hizo sentir que todo estaba en su sitio, colmándome de esperanza en un día en el que muchas cosas volvieron a su lugar.
Me apasionan estas semanas en las que puedo volver a estar en contacto conmigo, semana de sol en la piel, semana de Río de la Plata en los ojos, semana de entender en el alma y de aprender en el corazón. Días de reencuentro con mis plantas que mimosas por la calidez con que las trata el clima me regalaron flores de todos los colores. Que fueron a los pies de la Virgen de San Nicolás el mismo 25.
Mañana temprano -porque el día está signado por Irlanda-Argentina que lo detendrá en su mitad por unas dos horas- intentaré responder a quienes me escribieron. Pero no quería irme a dormir sin postear esta sonrisa construida de palabras y gestos que dejo aquí como testimonio de la vida que se transforma en una constante. Gracias al cielo.
En fin, que sea un buen partido y que gane el mejor. Ojalá que nosotros seamos mañana los mejores. :-) Y que la nochecita del domingo sea cálida como estas últimas y nos encuentre festejando, cervecita mediante, en alguna de las veredas porteñas disfrutando el dolce far niente del domingo que se acaba.