Hacia dónde miramos

Un día muy frio pero con solcito tibio y poco viento. Nos toca votar segunda vuelta en Capital. No dan muchas ganas de hacer el trámite, especialmente porque este ballotage es innecesario, la diferencia es demasiado grande. Aún así cumpliremos el deber democrático de la mejor manera posible.

Como post de día domingo les comparto algo que recibí hace poquito en un mail, que tal vez tenga relación con este día. Se refiere a dónde dirigimos nuestra mirada. Lo comparto..
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*** El buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de tres o cuatro metros. Si le falta ese espacio para volvar ni siquiera lo intentará. De esta forma en un cajón de 2 x 2 completamente abierto en su parte superior, será un absoluto prisionero. Quedará atrapado de por vida en una cárcel a cielo abierto.

*** El murciélago, tan hábil para volar en la oscuridad, no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Se arrastrará indefenso en todo sitio plano hasta alcanzar un sitio ligeramente elevado que le permita lanzarse hacia el aire.

*** La abeja, dentro de un recipiente abierto, no ve la posibilidad de escapar por encima de ella y golpeará inútilmente contra los laterales cercanos al fondo buscando una salida donde no la hay, hasta que se destruya a sí misma.

Nosotros somos muchas veces como estos animales. Al lidiar con nuestros problemas y frustraciones no encontramos la ruta de escape por habernos acostumbrado a mirar siempre en una dirección, o por no ser capaces de mirar hacia arriba.

LA TRISTEZA mira hacia atrás.
EL MIEDO y la PREOCUPACIÓN miran alrededor, hacia los lados.
LA DEPRESIÓN mira hacia abajo.

LA FE MIRA HACIA ARRIBA.-

Nosotros, ¿Hacia donde miramos?