Regreso Salado

Regresé.

Energéticamente restaurada.
Abandoné Buenos Aires agobiada por problemas que aparentaban no tener solución. Los problemas siguen allí.

Pero la fuerza de las olas marinas, la sal en la piel, el sol transformando las tonalidades de afuera hacia adentro, la arena eternizada en cada partícula con su relato del infinito aquel que nos revela situaciones que se repiten incansables sin ser las mismas, me dió nuevas perspectivas.

Siempre ha sido un buen comienzo llegarme hasta el mar. Para mí medicina en gotas privilegiadas. Creación que se eleva sobre sí misma, incansable, rompiendo con formas e intensidades, porque en él nada hay preestablecido ni permanece fijo.

Todo es mutable. Como sus orillas y el movimiento intrínseco de sus aguas protegiendo el poder divino que la habita. Sobre la vida y la muerte

Así, con el aura completamente limpia y renovada volví a Buenos Aires. Como es de esperar acá se me acabó toda la poesía. :-)

Pero encontré otras cosas. Ya les contaré. Ahora me voy a disfrutar de este domingo soñado, a caminar, correr, beberme el río que también es agua y volver luego a agradecer uno por uno los pasos que acudieron en mi ausencia a dibujar mis páginas virtuales.