Solsticio

Bienvenido ¿Invierno?

En este día de la noche mas larga del año, los paganos celebran la Festividad de Yule con un ritual propio de este Sabbat. Según el hemisferio se la conoce también como Litha, pero eso es para quienes comiencen el verano.

Esta celebración separa las dos mitades del año, la mitad oscura de la mitad de la luz. El sol a partir de esta fecha comienza a salir un poco más tarde cada día y se pone unos minutos más temprano. Disminuye la luminosidad de los días hasta llegar al otro solsticio. Para el Hemisferio Sur. Al revés para el Norte.

Es una noche de renacimiento, de reflexión, de renovación personal. En la noche mas larga del año la Diosa Tierra da a luz la semilla de su crecimiento. Esta celebración sirve para hacer planes para nuestro futuro, hacer cosas que necesiten crecer o fertilizar. Se realizan también todos los rituales para pedidos de paz, armonía, amor y felicidad.

Antiguamente había durante toda la noche ruidosas celebraciones, que invitaban en realidad a un movimiento interior silencioso de cambio, girando alrededor de las grandes fogatas que invitaban hasta la llegada de la luz de la mañana.

En esta noche el fuego iluminando la oscuridad, el sagrado árbol (El símbolo del Yule es el árbol, el pino, como el de navidad...) como signo de vida entre la muerte de la naturaleza, y la Madre Tierra dando cobijo al niño Sol, nos recuerdan que justo cuando las cosas parecen haberse perdido y no queda esperanza, el ciclo cambia y la luz retorna.

Poder meditar en todo aquello que queremos que renazca o comience para nosotros es la mejor lección que se le puede ocurrir a la naturaleza a través de sus ciclos. Que el ciclo se repita año a año es necesario.

Todo lo que necesitamos saber no está en los libros. Lo esconde la vida misma.