Puerto Seguro
Pero la naturaleza no conoce de artilugios intelectuales y al acercarse el fin de cada año la inestabilidad efímera del ser humano se percibe como evidente.
Es una suerte.
Porque en nuestra temerosa necedad solemos aferrarnos a lo conocido impidiendo que aparezcan circunstancias maravillosas que nos permitan cruzar esa zona que ya tenemos dominada e internarnos en el mundo incierto del desafío, donde arriesgar es inevitable y perder forma parte de las posibilidades.
Entonces llega el Año Nuevo. Y vos podés elegir:
- Zarpar.
- Aventurarte.
- Abandonar la comodidad de lo conocido.
- Buscar.
- Desapegarte.
- Levantar vuelo.
- Liberar.
- Avanzar.
- Soñar.
- Desear.
- Proyectarte.
- Atreverte.
- Decidirte.
- Intentar.
- Enfrentar
- Evolucionar
- Transformarte..
...O dejar que este año no sea muy diferente al resto, la vida te siga pasando por el costado y aquello por lo que estás aquí en este mundo sea parte de la nebulosa desconocida que te acompaña en la permanencia que te mantiene estancado creando en tu mente la ilusión de estar a salvo en un Puerto Seguro.
Etiquetas: Deseos, Mundo Abril, Reflexiones
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