Mañana será otro día

Hoy al volver de la presentación del Libro de Laurie, en algún momento de la tarde, difuso seguramente... caí en la cuenta de que por alguna extraña e imprecisa razón estaba esperando que llegara el día de mañana. Diría que con ilusión, como si algo (inusual, maravilloso, grandioso...) fuera a ocurrir.

Realmente esta "esperanza arbitraria" no se ajusta en modo alguno a la realidad, a duras penas el día subsiguiente logro cumplir la agenda (extensa) que tengo planeada para ir solucionando pendientes (que se multiplican) de toda índole y color.

Este esquema del “día que antecede” al "día que le sigue" en el que tampoco sucede nada nuevo se viene repitiendo hace ya un largo rato. Y no evidencia con sorpresa específica de ninguna índole la espera ansiosa del día que le continúa. Sacando los últimos jueves... como ya comenté antes...

Y entre ambos queda amargo un espacio vacío medido en menos de un micro segundo... que finalmente demuestra que uno u otro no difieren demasiado. Igual en el entretiempo de esa nada me entretengo con Stan Getz & Albert Dailey que tocan algo como “Round Midnight”... Y faltan apenas unos minutos para ese tiempo anhelado en el que todo puede suceder. O no...